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Un 21 de setiembre pero de 2004, poco antes de las 19:00, Cecilia Cubas Gusinky se dirigía a su vivienda ubicada en Laguna Grande, San Lorenzo, cuando fue interceptada en medio de una gran balacera. Los hombres actuaron de forma sumamente violenta y llenaron de balazos la camioneta de la joven de 31 años.
Los efectivos policiales encontraron 19 perforaciones en el vehículo, casi todas en las cubiertas y el motor. La mamá de Cecilia, la ex parlamentaria Mirta Gusinky, estaba a pocos metros del rodado de su hija cuando ocurrió el secuestro, a unos 50 metros del portón de acceso a la casa.
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Según testigos, la camioneta era seguida por dos vehículos, uno de los cuales chocó contra la parte trasera del rodado de Cecilia, momento en que los secuestradores comenzaron la balacera para impedir su huida.
Ceci bloqueó sus puertas, pero los criminales rodearon su vehículo y balearon el motor, además de romper con un martillo los vidrios y sacar a la víctima para luego llevarla con suma violencia.
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Pedido de rescate
Horas después del rapto se confirmó que los secuestradores se comunicaron telefónicamente para dar pruebas de vida y exigir un millón de dólares para la liberación de Cecilia. En los días siguientes, el expresidente de la República Raúl Cubas Grau y su familia iniciaron las negociaciones con la banda.
El miércoles 20 de octubre, numerosas personas protagonizaron una multitudinaria manifestación junto con miembros de Iglesia católica para pedir la libertad de la joven víctima. Los meses empezaron a transcurrir entre desgarradores pedidos de piedad por parte de los padres y de toda la familia.
La familia llegó a pagar US$ 300.000 en concepto de rescate, pero no recibió nada a cambio.
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Un terrible hallazgo que conmocionó al país
El 16 de febrero de 2005, alrededor de las 10:00 se inició el procedimiento de cateo en una vivienda del barrio Mbocayaty de Ñemby. Las dudas sobre el presunto hallazgo de Cecilia empezaron a crecer y numerosos medios se trasladaron rápidamente para seguir de cerca el procedimiento.
Ya en horas de la tarde, los agentes policiales empezaron a escuchar sonidos huecos al caminar sobre el piso y decidieron destruir el cemento para buscar indicios. Encontraron maderas y el acceso a un túnel, donde había una fosa de 1,70 m de profundidad.
Se hallaron varias bolsas de arena y otro túnel de mayor dimensión. A las 15:00 se inició un trabajo de excavación que duró una hora y media, en una fosa ya de más de dos metros de profundidad y tres de ancho. Los bomberos empezaron a percibir un olor nauseabundo.
Horas más tarde se divulgó el hallazgo de un cadáver y se confirmó que se trataba de Cecilia Cubas. Escenas de mucho dolor e impotencia rodearon la vivienda, pues rápidamente empezaron a llegar sus padres y su hermana Silvia.
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¿El brazo político del EPP?
Casi cuatro meses después del secuestro, el 16 de enero del 2005, se informó por primera vez que al menos seis de los sospechosos eran militantes del izquierdista Partido Patria Libre (PPL), días después de que la propia madre hablara del tinte político del secuestro.
En medio de las investigaciones fueron detenidos varios sospechosos, entre ellos los miembros del PPL: Anastacio Mieres, José Alfredo Coeffier, Marcelino Arani Duré y Marciana Amalia Brítez. Luego, se entregó el presunto cerebro del secuestro y dirigente del partido, Omar Martínez.
Según los historiadores, el PPL habría sido el brazo político de la banda que luego se conoció como el autodenominado EPP, que hoy tiene secuestrados a Edelio Morínigo, Félix Urbieta y Óscar Denis.
No obstante, cabe mencionar que el primer antecedente del EPP es “la banda de Choré” y el intento de asalto a la sucursal del Banco Nacional de Fomento de dicha localidad, en diciembre de 1997, uno de los primeros golpes perpetrados por los exmilitantes del Movimiento Patria Libre.
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Veintena de condenados
Hasta la fecha, casi 20 personas fueron condenadas a penas de entre 5 y 35 años de cárcel por este secuestro que conmocionó al país y la región.
El junio del año pasado, Óscar Luis Benítez, acusado de ser el líder del grupo de secuestradores de Cecilia, fue condenado a 24 años de prisión y 10 años bajo medidas de seguridad. Así también, apenas el pasado 13 de setiembre de este 2022, la Cámara de Apelaciones confirmó dicha sentencia impuesta por los hechos punibles de secuestro y homicidio doloso.