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El fugitivo Riky Javier Báez González, de 25 años, concedió ayer de mañana una entrevista telefónica a Radio Imperio 102.9 FM de Pedro Juan Caballero.
Fue a través del teléfono de su madre, quien por su parte estaba en el estudio de la citada emisora para defender la inocencia de sus dos hijos, ya que por la misma causa está también prófugo el hermano menor de Riky, Alan Andrés Báez González, de 23 años.
“Yo quiero decir que estoy siendo acusado de una cosa que nunca hice en esta vida, que nunca haría, por mis hijos, por todas las personas que me conocen en Pedro Juan. Siempre fui futbolista. Yo no quiero pagar por algo que no hice. Quiero que el gobernador sepa de esta historia. Yo no hice esa cosa. Tengo pruebas”, inició su descargo desde la clandestinidad.
Riky alegó que el día del ataque contra José Carlos Acevedo hizo varias gestiones con su esposa en distintos lugares de Pedro Juan Caballero, por lo que ratificó que tiene cómo sostener su versión.
Posteriormente, indicó que su hermano Alan Andrés está trabajando hace siete meses con unos menonitas en el Chaco y que tampoco participó del asesinato del intendente. “Tenemos cómo demostrar”, insistió.
Pericia balística
Además de los ya citados Riky Javier Báez González y Alan Andrés Báez González, otro buscado por la muerte del intendente Acevedo es Rodney Ariel Rivarola, de 29 años, también oriundo de Pedro Juan Caballero.
Mientras que el único detenido por el caso es Ronny Ayala Benítez, de 35 años. Este último, quien es primo de Riky y Alan, cayó el 4 de julio pasado en Encarnación.
Las órdenes de captura contra estos cuatro presuntos sicarios fueron firmadas el 20 de mayo pasado por el fiscal de Pedro Juan Caballero, José Luis Torres Peña.
Este se basó en una pericia balística que se hizo con las vainas recogidas en la escena del crimen y que reveló que una de las pistolas usadas el el ataque del 17 de mayo de 2022 contra Acevedo en Pedro Juan Caballero ya había sido disparada el 3 de julio de 2021 en el municipio de Iturbe, departamento de Guairá.
Cuando eso, el arma estaba en poder de los guardaespaldas de Vilma Lucila Macchi viuda de Morales y Silvana María Morales Macchi, quienes a su vez son la mamá y la hermana del conocido convicto Gregorio Ramón Morales Macchi, más conocido como Papo Morales.
Las citadas mujeres tuvieron que ir aquel día acompañadas por cuatro capangas a su estancia de la ciudad de Iturbe debido a que tenían un conflicto con un grupo de campesinos, que de hecho bloquearon el paso de la camioneta y por eso uno de los guardias disparó cinco veces desde adentro del rodado con la misma pistola que un año después se usaría en la muerte de José Carlos Acevedo.
Ese custodio que efectuó esos disparos fue supuestamente el ahora ya detenido Ronny Ayala Benítez, aunque supuestamente con él estaban justamente sus primos Riky y Alan y el amigo de estos, Rodney.
Expolicía
“La última vez que se usó el arma, yo estuve con la señora Morales. Yo trabajé con la señora Morales como chofer, piscinero, le limpiaba su casa, le llevaba remedios. Ese día yo le acompañé a la señora Morales en el vehículo, como su chofer”, admitió Riky.
“Él fue el último (que disparó el arma)”, contó Riky a la radio pedrojuanina, aunque inmediatamente después aclaró que el propio Ronny le comentó que vendió la citada pistola hace tres meses, es decir, un mes antes de que mataran a Acevedo.
“Mi primo me comentó que vendió el arma a Cristhian Soto Fox. Él tiene antecedente por venta ilegal de armas. En Luque era que cayó. Estaba con prisión domiciliaria. Cuando le llamé a Ronny, él me dijo que hace tres meses ya le vendió el arma a Cristian Soto Fox”, reveló Riky Javier Báez González.
Riky se refería Cristhian Eduardo Soto Fox, de 33 años, quien fue dado de baja de la Policía Nacional en 2012, cuando era suboficial ayudante.
Soto Fox fue apresado el el 3 de julio de 2020 en Luque, en una operación dirigida por el fiscal ya fallecido Marcelo Pecci y en la que la Senad incautó fusiles, pistolas, revólveres, municiones y accesorios de armas.
Junto con el expolicía, cayeron cuando eso dos militares y un civil.
Por esa causa, Cristhian Eduardo Soto Fox tiene actualmente arresto domiciliario, según dijo el propio Riky Javier Báez González a la radio de Pedro Juan Caballero.
El fiscal de Antisecuestro y Crimen Organizado, Federico Delfino, dijo en el programa Crimen y Castigo que inmediatamente van a indagar si es cierto que el expolicía Soto Fox compró el arma que mató a Acevedo, tal como sostuvo uno de los presuntos sicarios.