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Marcio Ariel Sánchez Giménez, nacido el 14 de abril de 1988, supuestamente se convirtió en sicario incluso antes de cumplir la mayoría de edad en su ciudad natal, Capitán Bado. Sin embargo, se hizo conocido desde 2010, cuando fue capturado en Capitán Bado luego de un enfrentamiento a tiros contra la Policía local, que a su vez investigaba un doble homicidio.
Tras recuperar su libertad, Aguacate migró a Pedro Juan Caballero, donde cometió supuestamente numerosos crímenes más.
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De hecho, su efectividad fue ponderada por el entonces máximo capo de la frontera, Jorge Rafaat Toumani, quien lo reclutó como su jefe de seguridad.
Presuntamente, bajo órdenes de Rafaat, Aguacate dirigió una operación de exterminio de la mayoría de los enemigos de su patrón, aunque la suerte se les acabó el 15 de junio de 2016.
Aquella noche, Rafaat fue asesinado en Pedro Juan Caballero con un fusil antiaéreo calibre punto 50 que atravesó como a un queso el espeso blindaje de su camioneta Hummer. Ni Marcio Sánchez ni los otros seis guardaespaldas pudieron evitar la muerte de su jefe. Es más, todos los capangas salieron corriendo despavoridos y dejaron abandonadas las cuatro camionetas en las que escoltaban a Rafaat.
Monopolio del sicariato, según fiscalía.
Tras ese crimen, Aguacate estuvo encerrado casi seis meses, pero después de eso sí ya prácticamente pasó a monopolizar el negocio del sicariato en la frontera seca, según dice en la imputación presentada la semana pasada por el Ministerio Público en el marco de la operación Persea del Norte.
En 2018, Marcio Ariel Sánchez Giménez fue delatado por el sicario que mató al concejal colorado de Capitán Bado Cristóbal Machado Vera.
El matón dijo que Aguacate fue el que agarró el “trabajo” por 50.000 reales y que le pagó 10.000 reales por la ejecución.
Ese año, Marcio se presentó ante la justicia, pero una vez más fue favorecido por las autoridades judiciales.
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Cuando eso, supuestamente ofrecía sus servicios de sicario al grupo de Sergio de Arruda Quintiliano Neto, alias Minotauro, pero también operaba “por su cuenta”, como una especie de “contratista de la muerte”.
En 2019, se salvó de morir gracias al blindaje de su camioneta que fue perseguida a tiros luego de una carrera de caballos, en Capitán Bado.
También en esa época atropelló la base de Investigaciones, en Pedro Juan Caballero, donde tenían detenido a un pariente.
En 2021, organizó en Pedro Juan Caballero el cuádruple homicidio en el que murió la hija del gobernador de Amambay, según la imputación que fue presentada el miércoles último, cuando se ejecutó la operación Persea del Norte, que incluyó 18 procedimientos con 15 fiscales y más de 100 policías.
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Por esta misma causa, Aguacate, su mujer Gudelia Vargas Armoa (30) y su cuñado Edison Ramón Vargas Armoa (37) fueron imputados por lavado de dinero proveniente del sicariato.