Cargando...
Las detenciones fueron practicadas en la ciudad colombiana de Medellín, 410 kilómetros al norte de la capital, Bogotá, y 640 kilómetros al sur de Cartagena de Indias, el municipio en cuya península de Barú se produjo el atentado contra el fiscal paraguayo.
Marcelo Pecci fue ultimado con tres tiros de pistola calibre 9 milímetros justo en el último día de su luna de miel con su esposa, la periodista de Unicanal y Radio Uno, Claudia Aguilera, quien ese día anunció su embarazo.
Lea más: Colombia asegura que hay “avances positivos” en el caso Marcelo Pecci
El ataque sucedió en la playa privada del complejo hotelero Decameron Barú, en las coordenadas 10° 14′ 25.9″ N, 75° 36′ 23.0″ W.
Los supuestos verdugos de Pecci fueron atrapados en la operación Guaraní, que a su vez fue ejecutada por la Policía Nacional de Colombia y el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI). Este es un órgano de la Fiscalía General de la Nación de Colombia, conocido también como Policía Judicial.
Los policías paraguayos Sergio Insfrán, Nimio Cardozo y Pedro Lesme, quienes están en Colombia desde el día del crimen, fueron parte fundamental del éxito de la misión, según reconocieron ayer las autoridades locales.
Investigación revelada por un canal de televisión
El canal de televisión RCN, a través de su espacio Noticias RCN, recreó todos los detalles de la investigación.
Fue inmediatamente después de los allanamientos que se hicieron en Medellín, lo que quiere decir que las autoridades colombianas ya habían entregado a este medio los datos completos como para que se emitieran una vez asegurados los objetivos, cuyas identidades no fueron dadas a conocer.
En el material televisivo se consigna que el 5 de mayo pasado, mientras Marcelo Pecci y Claudia Aguilera recorrían la ciudad de Cartagena de Indias, cinco hombres y una mujer se habrían reunido en la plaza minitoriaria de la ciudad de Envigado, a 650 kilómetros de distancia, para planear el asesinato del fiscal paraguayo. Envigado es un municipio que queda al lado de Medellín.
En tres grupos diferentes, los seis presuntos criminales viajaron ese mismo día hacia Cartagena, donde estaba el matrimonio paraguayo, según RCN Noticias.
Dos campanas, dos sicarios, un baqueano y el jefe
La mujer y uno de los hombres, ambos colombianos, quienes simulaban ser pareja, se hospedaron en un hotel de Cartagena y empezaron a seguir los pasos del fiscal y la periodista, en un trabajo que en Colombia se conoce como marcadores y en Paraguay como campanas.
Al día siguiente, el 6 de mayo, otros tres miembros de la banda, que son dos venezolanos y un colombiano, alquilaron un departamento en el barrio El Laguito de Cartagena.
Los dos venezolanos tenían la misión de eliminar a Pecci, es decir, los sicarios, y el colombiano, oriundo justamente de Cartagena, debía llevarlos y rescatarlos luego del atentado, como una especie de baqueano.
El jefe del grupo de asesinos, es decir, el sexto integrante, fue en avión desde Medellín hasta Santa Marta en un vuelo de 1 hora y 15 minutos. Luego, se trasladó por tierra a Cartagena, en un viaje de 4 horas.
Siempre según RCN Noticias, el organizador del atentado se hospedó en un edificio de un sector lujoso de la ciudad, cerca de donde se quedaban el hombre y la mujer que vigilaban a Pecci. De hecho, dejó autorización en la recepción para que la supuesta pareja entrara a su habitación, lo que automáticamente los relaciona.
En el mismo hotel
Tras dos días se seguimiento, es decir, el 7 y el 8 de mayo, el líder de la gavilla alquiló un vehículo y envió al hotel Decameron Barú a la supuesta pareja de marcadores o campanas, quienes se registraron como turistas y pagaron 2.700.000 pesos (750 dólares) por dos noches en el mismo complejo donde ya estaban Marcelo Pecci y Claudia Aguilera.
Los otros tres hombres, el baqueano colombiano y los dos sicarios venezolanos, recorrían la playa pública Playa Blanca para planear cómo llevar a cabo el ataque, que sería utilizando una moto acuática alquilada en una de las tiendas a orillas del Mar Caribe, aunque cada noche regresaban a su departamento alquilado en el barrio El Laguito.
Más de 60 llamadas
Finalmente, el 10 de mayo, el día del asesinato, los dos sicarios venezolanos y el baqueano colombiano salieron de Cartagena a las 06:00 y se quedaron en Playa Blanca, esperando el aviso de los dos marcadores o campanas colombianos que estaban vigilando a Pecci y Aguilera en el hotel.
Luego de unas 60 llamadas, a las 09:29, la supuesta pareja de colombianos que estaba cerca del matrimonio paraguayo llamó a los dos matones venezolanos, quienes alquilaron el jet sky rojo con el que en cinco minutos llegaron a la playa privada y mataron al fiscal de Crimen Organizado.
Tras acabar con Pecci, los venezolanos devolvieron la moto acuática y escaparon de Barú con el guía colombiano.
La pareja que estaba en el hotel, en tanto, abandonó el complejo y huyó en colectivo desde Cartagena de Indias a Medellín.
El jefe del grupo también regresó a Medellín, donde finalmente fueron detenidos ayer. Quedaría fugitivo un miembro de la banda.