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Las redes sociales nos ofrecen un espacio para compartir fotos de los momentos más importantes de nuestras vidas, nos permiten estar comunicados con los parientes que se encuentran a varios kilómetros de distancia y nos acercan a diversas páginas, ya sean de entretenimiento o información.
Además, mediante el uso de Facebook o Instagram, podemos buscar referencias acerca de empresas relacionadas al ámbito profesional que nos gusta y, cuando necesitemos desestresarnos, tenemos la posibilidad de ver las publicaciones más graciosas de las cuentas de humor.
Estás revisando el inicio de tu Facebook y, de repente, encontrás un meme muy gracioso; te entran unas ganas inmensas de compartir el chiste, pero luego recordás que no debés perder la seriedad porque acaban de darte trabajo en una empresa y tu jefe está en tu lista de amigos. Con mucho pesar, te despedís de la imagen y seguís viendo las demás publicaciones.
También suele ocurrir que querés compartir en tu muro una parte de la letra de aquella canción que tanto te gusta, esa que dice así: “Te amo, más que a un nuevo mundo, más que a un día perfecto...”. Después, recordás que tus tíos van a ver la publicación y preguntarán en los comentarios si estás enamorado o en pareja.
Una de las posibles soluciones a este problema sería configurar la privacidad de tu cuenta para elegir a las personas que pueden ver tus posts. De todas formas, si tenés cuidado en no compartir publicaciones simpáticas que sobrepasen lo vulgar, ya te habrás ahorrado la vergüenza con tus parientes o tus contactos del laburo.
Es importante poner mucha atención en el uso de las redes sociales, especialmente en el momento de aceptar a desconocidos. Detrás de muchos perfiles suelen esconderse delincuentes y acosadores, por lo que tenemos que ser precavidos a la hora de subir fotos o compartir informaciones que puedan usarse para poner en peligro nuestra seguridad y privacidad.
El manejo de Facebook, Twitter, Instagram y WhatsApp no debe tomarse a la ligera. Si nos ponemos a reflexionar, nos daremos cuenta de que solemos juzgar a algunas personas por las publicaciones que realizan. Si querés compartir unos cuantos memes y videos chistosos de vez en cuando, hacelo, pero no te pases de la raya, porque entre tus amigos pueden encontrarse tu jefe y tus compañeros de laburo, quienes pueden estar evaluando tu comportamiento.
Por Viviana Cáceres (19 años)