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A veces, el tráfico de la ciudad es lo que hace más estresante tu vida; escuchar las bocinas y frenar en cada semáforo resultan más cansador de lo que parece. Además de moverte a las apuradas, porque “así se anda en la ciudad”, eso no es para nada saludable que digamos. A veces, es bueno ir por un tiempo al campo con la intención de relajarte y así olvidar un poco los problemitas que dejaste en la jungla de cemento.
Para algunos jóvenes, vivir en el campo puede ser “una pesadilla”, porque no hay buen acceso a internet y es una misión imposible encontrar algún shopping cerca. Mientras que para otros, disfrutar de los espacios verdes, animales, cocoteros, lejos de la civilización urbana y de toda comunicación constituyen un ambiente inspirador; ¡qué relajante!
Alguna vez intentaste sentarte en tu silla cable, cerca de un arroyo cristalino y tomar tu tereré, ¡eso suena genial!, ¿no? Estar despejados de las llamadas, tareas, la compu, plagueos, etc. es lo que sueña todo el mundo. Si estás un poquito estresado, siempre es recomendable hacer algo fuera de la rutina, como tomar un viaje hacia el interior del país.
Vivir en la ciudad también suena emocionante; si te gusta salir con tus amigos, ir al cine y tomar algún helado, quedate nomás en la ciudad y disfrutá lo que puedas. Esta jungla de cemento, con su calles llenas de baches, aunque parezca estresante, también tiene su lado divertido, depende de vos sacarle el jugo y disfrutarlo al máximo.
Para los jóvenes que están en el campo, vivir en la ciudad sería fantástico, ya que tendrían todos los beneficios y comodidades que allá en la “campaña” son difíciles de obtener. Usar el colectivo y visitar museos o galerías sería lo más llamativo, además de que, en vez de caminar 30 minutos para llegar a la casa de tu vecino, le costaría solamente escasos segundos.
La mayoría de la juventud no sabe cómo puede apreciar lo que tenemos en el país, y eso se produce porque no lo conoce. Una forma de admirar lo que poseemos es descubrir cada maravilloso rincón del interior, así que ya no te quedes en tu casa sentado mirando la tele; salí y explorá lo que es el Paraguay, no importa dónde vivas, ya sea en el campo o en la ciudad.
Por José Peralta (18 años)