¿Videollamadas?, ¿largos chats? Antes, tenías que deleitarte con una cartita

No había videollamadas ni largos chats de madrugada. Décadas atrás, tenías que ingeniarte para conseguir una cita amorosa. Las cartitas y aprovechar el tiempo presencial eran fundamentales. Hoy día, las ventajas para un encuentro son innumerables.

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Anteriormente, conseguir citas amorosas era más sacrificado; ahora, prácticamente, es un paseo turístico gracias a las facilidades de los nuevos dispositivos tecnológicos, centrados en las redes sociales: WhatsApp, Facebook e Instagram, entre otros.

Todo comenzaba con el peculiar “mandale saludo”; si ella te respondía con el “gracias e igualmente”, ya tenías el pase para batallar por su amor. No existían celulares y mucho menos fiestas en las madrugadas. Hoy día, irónicamente, hasta las mujeres se les declaran a los hombres.

Tampoco había los estados o “stories”; si en realidad te interesaba saber algo de tu platónico o platónica, todo se tenía que dar de forma presencial, como pescar por los lugares donde andaba frecuentemente: colegio o facultad, plazas, iglesias o ir directamente a su casa a pasarle la mano a sus padres y presentarte.

Como se seguía manteniendo la costumbre de hombre trabajador y mujer ama de casa, la joven era una constante aprendiz de los quehaceres del hogar y, si quería salir del domicilio, tenía que hacerlo de la mano de papá o mamá. Su mayor actividad de los findes era asistir al catecismo los sábados o en los cultos dominicales en la iglesia; alguna que otra fiesta patronal de la ciudad también solía ser una muy buena oportunidad.

No existían los chats de madrugada, los largos minutos de conversación por celular y mucho menos las videollamadas. El secreto estaba en inspirarte en una “cartita”, declarando el inmenso cariño, preocupación y, sobre todo, tu amor por ella. Tenías varios puntos a tu favor si el escrito iba perfumado y muy estético.

Los jóvenes, tanto las mujeres como los varones, en la actualidad, gozan de libertad, sin tantas restricciones como eran frecuentes en épocas anteriores. Por supuesto, las redes sociales son grandes partícipes de las relaciones amorosas hoy día; tanta es la influencia que un simple “me gusta” o “me encanta” pueden desencadenar la pelea del siglo por cuestión de celos.

En décadas anteriores, un joven era más sacrificado; debía aprovechar al máximo el poco tiempo que tenía en cuanto a encuentros, ser lo más detallista y puntual posible para no dejar de interesarle y, evidentemente, contar con el requisito más importante: gustarle a la dama.

Hoy día, son innumerables las posibilidades o facilidades para conquistarle a una persona: tecnologías con comunicación en tiempo real, menos restricciones, mayor facilidad de acercamientos, redes sociales, entre otras ventajas. Y vos, ¿qué técnica utilizás para tratar de convencer a tu futura chuli?

Por Ricardo Núñez (19 años)

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