Un “soldado caído" no siempre es la víctima en una relación amorosa

Ya preparaste tu pancarta de dos metros, las flores y los chocolates, ahora solo queda preguntarle a tu enamorada si quiere ser tu novia, pero la respuesta es un feroz “no". Los conocidos “soldados caídos" no siempre son víctimas en propuestas de amor.

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Cuando escuchamos “un soldado caído más" no significa que un miembro del ejército militar fue derribado, sino que directamente asociamos la frase con un hombre que fue rechazado en público por su enamorada. La típica propuesta de amor frente a mucha gente es el método común para pasar el papelón de la vida, en el caso de que no acepten tu pedido de noviazgo.

La expresión “soldado caído" hace alusión al que pone en juego su dignidad haciéndole una propuesta a su enamorada, pero la pierde y es derrotado por no recibir la respuesta esperada. Una de las malas costumbres que tenemos es el hecho de victimizar a la persona que fue ignorada por su novia en un sitio público, lanzando los comentarios negativos a la “rechazadora".

Días atrás, circulaba una grabación donde se mostraba a un joven pedir la mano de su exnovia en un supermercado y, por más que su presentación estaba decorada con pancartas y peluches, pasó la pelada mundial, ya que tuvo como resultado un "no". Después de hacerse viral el video, la mujer explicó que el ex fue irresponsable y no colaboraba económicamente con su hijo y, por tales motivos, no aceptó casarse.

“Pobrecito anga, le rompieron el corazón" o “por qué pico no le dijo que sí nomás" son tipos de comentarios que suelen referirse al hombre; mientras que a la chica se la tilda de “alzada o creída” por no responder “sí" a una pregunta. También sucede lo mismo con las mujeres que son rechazadas por un hombre, ya que no todas las propuestas existentes deben ser respondidas con un “acepto".

Si nos preguntamos, ¿a qué se debe el rebote de un muchacho?, podemos concluir que, tal vez, es infiel, no se hace cargo de su “bendición” o, simplemente, no es amado por nadie. El único tip que puede servir para no ser botado es el que siempre nos dice mamá: “portate bien".

Entonces, la pregunta “¿aceptás ser mi novia?” puede generarte una inmensa felicidad o hacerte pasar la pelada del año. ¿Te animás a demostrar tu valentía con una propuesta en público o temés a que tu nombre resalte en la lista de los soldados caídos?

Por Ezequiel Alegre (17 años)

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