Un akãrasy de todos los años, el aporte “voluntario” a la cooperadora escolar

En las instituciones públicas, las palabras “voluntario” y “obligatorio” no tienen diferencia. El aporte requerido por las asociaciones de cooperación escolar es un problema recurrente para los padres de familia, quienes no ven el fruto de su dinero.

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Al entrar a un colegio público, el día de la inscripción, lo primero que ves es la mesa donde tenés que pagar el “aporte voluntario”; allí, te dicen que sin el recibo de dinero del arancel mau no podés anotarte en la institución educativa. Entonces, te preguntás: “¿soy yo o le están poniendo precio a mi educación? ¿El monto depende de mis posibilidades o tengo que juntar sí o sí la cantidad que me piden?”

Es irónico que las asociaciones de cooperación escolar exijan una suma específica a las familias del estudiantado y disfracen los cobros con la figura del “aporte voluntario”. En realidad, esto parece más una “contribución obligatoria” que un apoyo monetario adecuado a las posibilidades económicas de los padres.

El problema mayor es que las ACE acuerdan cantidades que, muchas veces, hacen doler el bolsillo a las familias que conforman la comunidad educativa. Algunos padres y los propios estudiantes protestan a causa de los altos montos requeridos que, en años anteriores, llegaron a los G. 130.000.

Muchos padres pagan este dinero sin reclamar aun sabiendo que no es correcto, pues desean que sus hijos no tengan problemas para asistir a la casa de estudios. La Constitución Nacional, en su artículo 76, indica que la educación debe ser obligatoria, gratuita y de calidad; por ende, está prohibido pedir cualquier tipo de ayuda monetaria a las familias en los centros sostenidos por el Estado.

Las cooperadoras escolares alegan que el aporte que piden a los padres es destinado a la compra de artículos de limpieza y reposición de materiales educativos. Sin embargo, desde hace varios años, el MEC sostiene que los colegios públicos poseen un presupuesto exclusivo para gastos de esa índole.

Las asociaciones de padres son grupos que tienen el deber de trabajar para mejorar tu educación en conjunto con las autoridades de tu institución. El “aporte voluntario”, supuestamente, cubre gastos que escapan del presupuesto del MEC; por el contrario, cuando querés conseguir un basurero nuevo para tu salón o necesitás arreglar una silla, no podés pedir ayuda a la ACE porque la respuesta es negativa, la mayoría de las veces.

Si alguien quiere obligarte a que pagues elevados montos por tu inscripción, no dudes en denunciar esto a las autoridades correspondientes. El MEC posee un portal llamado “Cobro cero, ani jahepyme’ẽ” en donde podés hacer el debido reclamo. La mejor forma de exigir tus derechos es conocerlos; entonces, cuando intenten dejarte sin elección, recordales que la Constitución te garantiza una educación enteramente gratuita.

Belén Cuevas (16 años)

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