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El fútbol, con la pasión actuando de factor común entre todos, regala emociones inexplicables y hace vibrar corazones en los estadios de todo el mundo. No obstante, esta disciplina también ha vivido lamentables sucesos que han puesto de luto a todos los aficionados.
La caída del avión en el que viajaban los miembros del club Chapecoense de Brasil fue uno de los accidentes aéreos más trágicos. Aquel 28 de noviembre de 2016, todos los equipos formaron una sola familia y el mundo del fútbol derramó lágrimas, guardó silencio y, por medio de dedicatorias que se hicieron en los distintos países, vistió a todos de color verde; además, la Conmebol proclamó a dicho club Campéon de la Copa Sudamericana 2016.
Este año, la tristeza invadió de nuevo a Brasil, pues uno de los clubes más conocidos de este país, Flamengo, también despidió a diez jugadores adolescentes, promesas del deporte rey, tras un incendio. Esta desgracia afectó el centro de entrenamiento del equipo de fútbol mencionado y ha provocado gran aflicción.
Por otro lado, Argentina vio partir a un grande del fútbol, el delantero Emiliano Sala. Antes de debutar en el club Cardiff City, al cual el deportista había sido fichado días antes de su muerte, y sin pisar el césped para dar todo de él en la Premier League, Emiliano perdió la vida cuando la avioneta en la que viajaba se estrelló, dejando así un vació imposible de valorar en la vida de sus familiares, seguidores y hasta en Nala, su perrita.
En el Congo, en 1998, el rectángulo verde no fue un espacio de abrazos por la victoria, sino el lugar en el que, a causa de una descarga eléctrica, fenecieron 11 jugadores del equipo Bena Tshadi. Asimismo, en nuestra nación también se vivió esta tragedia, pues en el 2003, dos jugadores de Ascenso de la Liga Iteña de fútbol se encontraban entrenando y, de repente, fueron alcanzados por un rayo, que les causó la muerte.
En el 2010, Salvador Cabañas, en ese entonces, ícono del fútbol paraguayo fue protagonista de uno de los sucesos que puso oraciones entre los labios de todos los que pisan suelo guaraní. El Mariscal, como también llamaban al jugador, recibió un balazo en un bar de la ciudad de México y se podría decir que, por un milagro, el excapitán de la selección paraguaya sobrevivió para contar su historia.
Por otra parte, uno de los casos más recientes fue el adiós al director técnico Víctor Genes, quien murió a causa de una enfermedad. El jugador y entrenador se ganó el respeto de los amantes del balompié y, además, demostró haber dejado el alma en los clubes nacionales por los que pasó.
El mundo futbolístico no solo es el más popular, sino que con los años, ha formado una red con esencia familiar que ha vivido momentos emocionantes, al igual que, situaciones lamentables. Por tanto, ante las tragedias, no importa ser de Cerro, Olimpia u otro equipo, pues la anotación más sublime se trata de amar un mismo deporte y sacar tarjeta roja a la falta de humanidad, unión y empatía.
Por Andrea Parra (19 años)