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El domingo 24 de septiembre quedó habilitada para todo público la primera bicitirolesa del país, un hito importante para el turismo nacional. Esta propuesta llamó la atención de los compatriotas, en su mayoría jóvenes. ¿Te imaginás pedalear sobre una bicicleta bajo un precipicio, poniendo a prueba tus miedos y rodeado de una naturaleza exuberante? El sistema empleado es similar al de una tirolesa común con la diferencia de que el usuario, sujetado a una estructura de poleas, se desplaza sobre una bici.
“Museo del árbol” es el complejo turístico que hizo realidad este sueño para los amantes de la adrenalina que genera el contacto con la naturaleza. Los comentarios en redes sociales se propagaron velozmente; a solo una semana de su inauguración, los cibernautas invitaban a sus amigos, insistiendo en ser partícipes de la experiencia de andar en bicitirolesa.
El distrito de Nueva Alborada, departamento de Itapúa, es la sede del complejo ecológico; desde su apertura, en diciembre del año pasado, han acudido al lugar unas 20.000 personas, atraídas por la belleza del sitio y la rica diversidad de la región.
De acuerdo a lo mencionado por la administradora del complejo, la licenciada Elba Barboza, es significativa e importante la idea de la bicitirolesa, ya que surgió de la mano de jóvenes emprendedores de Nueva Alborada. “Ellos dieron a conocer este deseo, enmarcados dentro de la política y filosofía de trabajo del complejo ecológico “Museo del árbol”, consistente en crear conciencia en el cuidado y conservación de la naturaleza, apuntando al turismo sostenible en la región”, afirma la administradora.
El complejo no solo ofrece la atracción de la bicitirolesa, sino también un paseo por el frondoso bosque de la zona que cuenta con pequeños cursos de agua, zonas de camping y una rica vegetación. Otra parada obligada en el sitio es el llamativo “columpio del fin del mundo”, que está puesto sobre un precipicio.
Paraguay, tierra de magia y encanto, es el país perfecto para experimentar aventuras inolvidables en contacto con la madre naturaleza; no es necesario ir al exterior para maravillarse. El turismo nacional merece todo nuestro apoyo, son muchos los sitios hermosos y exóticos por descubrir en el suelo guaraní, tal y como refleja esta conocida canción: “Pejúna mombyry guáva pehechami ko tetã, katuetei pejuhúta tory, joayhu ha vy´a”.
Por Víctor Martínez (18 años)