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El joven asunceno José Melgarejo y sus compañeros se consagraron nada más y nada menos que campeones del mundo en el fútbol de salón, vistiendo la casaca albirroja. En la final, los compatriotas remontaron la diferencia adversa de dos tantos contra Argentina y conquistaron el título mundial de forma invicta en la categoría C20.
José gritó ¡campeón! en el Mundial salonista organizado por la Asociación Mundial de Fútsal, llevado a cabo en Colombia. “Tuvimos ocho meses de preparación antes de partir a Valledupar, pero todo valió la pena. Creo que la clave estuvo en nuestra seria y dura disposición para trabajar y, por supuesto, superar a los rivales directos del torneo como el conjunto local y el otro finalista, Argentina”, cuenta el salonista.
Melgarejo hizo siete goles en el certamen y, además, fue artífice de asistir a su compañero Eduardo Manzano para el tercer gol que permitió la histórica remontada. “La noche anterior no podía dormir, pero algo me decía constantemente que terminaríamos alzando la copa del mundo, cueste lo que cueste”, puntualiza.
El jugador también comenta sobre el peculiar resultado de 20 a 0 que obtuvieron ante Estados Unidos: “Más allá del abultado marcador, nosotros nunca subestimamos al rival, pero fue una victoria contundente que nos sirvió para clasificar a la fase de eliminación directa”.
“No hay mejor sensación que pisar una cancha de fútbol. En mi infancia, solíamos jugar con botellitas y poníamos las piedras como arco. Yo sabía que este deporte era lo mío y que lo podría practicar por el resto de mi vida”, comenta el diez albirrojo.
“En el futuro, me encantaría jugar en el fútbol de campo y llegar a un club de primera división. Luego de una gran campaña con mis compañeros, ya están 'lloviendo' las ofertas”, afirma José, quien a su vez declara que le encantaría retomar los estudios, ya que, por problemas personales y familiares, no pudo terminar el colegio.
Por otra parte, el atleta alienta a los jóvenes a que sigan sus sueños. “Mi mayor recomendación para los chicos es que no se metan en los vicios de las drogas y bebidas alcohólicas. Sabemos que la vida es muy difícil, pero con esfuerzo y dedicación se puede salir adelante y triunfar en cualquier ámbito”, finaliza.
Por Ricardo Núñez (19 años)