Ser mochilero: el sueño de conocer el mundo y el miedo a la inseguridad

Imaginate tener fotos tuyas en Canadá, Tokio y Sudáfrica. Los mochileros dan la vuelta al mundo gracias al pulgar y cambian el frío de Alaska por el calor de Florida en unos meses sin gastar mucho. El precio: exponerse constantemente al peligro.

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“Esta cicatriz me hice al caer de la bicicleta en París. ¡Ah!, recuerdo además que en Vietnam pelé grande porque, en vez de entrar al baño de mujeres, entré al de hombres”. ¿Te gustaría contar anécdotas similares a tus nietos? Cada vez son más las personas que se atreven a viajar por el mundo con una mochila a cuestas, pues, de esta manera, se ahorra el dinero de pasajes en avión y estadías en hoteles.

Conocer personas, culturas y los diferentes paisajes que acompañan cada región es lo que llama la atención a muchos jóvenes. Algunos ahorran por un largo tiempo para así poder viajar a fin de año, pero también están los aventureros que agarran la maleta con billetes y una tarjeta de crédito por si surge una situación inesperada y salen a mostrar el dedo gordo de la mano para no tener que gastar en pasajes.

El costo de este tipo de viajes es bajo, pues, al no pagar agencias de viaje y ser uno mismo el guía turístico, se economiza bastante. Así también, se dejan atrás los cómodos hoteles para ir a dormir en hostales o campings a la luz de la luna. Además, ir a dedo ayuda mucho a la billetera; sin embargo, significa un peligro constante, ya que no se sabe qué clase de persona es la que te está dando el aventón en la ruta.

Entonces, ¿es sencillo ser mochilero? Pues, si creés que lamerse el codo es fácil, entonces sí. Decir adiós a tu zona de confort e ir por el mundo con un bolsón en la mano no son decisiones que se puedan tomar a la ligera, ya que al visitar otros lugares deberás acostumbrarte a los nuevos hábitos. Además, los lujos y las comodidades quedarán en el recuerdo al momento de viajar, porque, al agarrar la mochila e ir adonde tu corazón diga, debés estar preparado para enfrentar cualquier situación.

A muchos chicos les gusta la idea de “mochilear”, pero tienen miedo para dar el primer paso aventurero. ¿Voy a estar seguro?, ¿qué debo llevar en la mochila?, ¿qué pasa si al estar lejos de casa quiero regresar cuanto antes?, ¿me voy a bañar día de por medio o no?, ¿y si me enfermo? Estas y otras preguntas surgen cuando organizás el viaje.

Al iniciarte como peregrino del mundo, debés saber que las reglas no están bien claras, por lo que todo puede ocurrir; así que cerciorate con quiénes vas a viajar y adónde irás. No te quedes con las ganas de visitar un lugar al ver las fotos de tus amigos en Facebook; prepará tu mochila y unos cuantos billetes para emprender el viaje más aventurero de todos.

Por Rocío Ríos (18 años)

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