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Una película muy triste o un tono de voz chocante pueden transformarse en los motivos suficientes para despertar, en una persona sensible, una conexión entre los pensamientos, las realidades y el importante valor llamado empatía. Se lee bonito; sin embargo, a veces, la cruel sociedad apaga las emociones para activar tu actitud "realista".
¿Qué es la sensibilidad como para relacionarla con algo parecido a un defecto? La capacidad de percibir lo que sucede y sentirse bien o mal por ello no es otra cosa más que el sentimiento que hace a alguien verdaderamente humano. No obstante, vivimos en una sociedad que nos grita y sacude, mientras nos restriega en el rostro la fealdad de este mundo y la necesidad de permanecer duros y crueles para sobrevivir.
Asimismo, ser sensible y sentirse mal a causa de las injusticias, la corrupción, los maltratos, la pobreza, la desigualdad o la discriminación resulta más complicado de lo que parece, pues la realidad está prácticamente tejida con hilos de maldad, sufrimiento, caídas y muchas incógnitas que, tal vez, nunca choquen con sus respectivas respuestas. Entonces, en la actualidad la facultad de ver más allá de las cosas tiene más desventajas que aspectos positivos.
Por otra parte, muchos padres dicen a sus hijos “no llores”, las amigas aconsejan “olvidate, la vida es así” y la sociedad habla exigiendo “¡cambiá!, tus sentimientos no van a romper la cadena de las desgracias”. Hay gente que cree que tener el corazón blando, tierno y piadoso lidera la lista de pasos para destruir el universo de mentalidad indiferente que consume lento pero seguro al mundo.
¿Es una locura tener fe en que la sensibilidad puede cambiar una sociedad? Dale alas a tu imaginación y analizá lo siguiente: con el don de sentir realmente los problemas y carencias de la gente, ¿un político pensaría solo en llenar su bolsillo, un delincuente robaría al que se sacrifica trabajando, un conductor tomaría sin pensar, un papá maltrataría a sus hijos o habría explotación laboral? Sacá tus propias conclusiones.
Finalmente, conviene subrayar que las actitudes y reacciones que cada uno tiene son dignas de ser respetadas y comprendidas. Entonces, cuando veas que alguien es sensible o vos mismo te sientas de esa manera, ante una situación triste o un evento desolador, date cuenta de que sos humano y, quizás, tenés un corazón noble como para entender lo que pasa y, también, para buscar una solución.
Por Andrea Parra (19 años)