Cargando...
Actualmente, cinco personas se encuentran en manos del grupo criminal del norte autodenominado “Ejército del Pueblo Paraguayo”. Mientras tanto, los trabajos de la Fuerza de Tarea Conjunta no han dado resultados alentadores ante tanta inseguridad.
Recordemos al suboficial Edelio Morínigo que hace más de tres años se encuentra en manos del EPP. La única y la última prueba de vida que se dio a conocer fue el 22 de octubre del año 2014 en donde se lo ve junto al ya liberado Arlan Fick; hoy nada se sabe de la víctima del secuestro más largo del país.
Otra de las víctimas es Félix Urbieta, quien hace más de un año fue secuestrado por el grupo armado y actualmente no hay noticias de él. Igualmente, Abrahán Ferh se encuentra bajo el poder de la banda criminal desde hace dos años y tampoco existe alguna prueba de vida del menonita.
Franz Hierbert fue secuestrado el 21 de agosto de este año. Recientemente, el EPP raptó a Bernhard Blatz. Estos dos menonitas que solamente se dedicaban a trabajar y no estaban metidos en asuntos políticos fueron los elegidos por el grupo que aterroriza a la Zona Norte. ¿Por qué ellos?, es la gran pregunta que aún no tiene respuesta.
La Fuerza de Tarea Conjunta fue creada con el objetivo de combatir a los integrantes del EPP. Sin embargo, hasta el momento, no ha mostrado efectividad ni solución para capturar a los criminales. Mientras tanto, los familiares de los secuestrados quedan en zozobra e indignados ante la falta de respuestas y pruebas de vida de sus seres queridos.
Ante la situación que mantiene preocupado a todo el país y, en especial, a la zona norte, está prevista para hoy una marcha denominada “Unidos por la paz en el Norte” en la localidad de Santa Rosa del Aguaray. Esta actividad fue iniciativa de los familiares de las víctimas a fin de pedir paz y libertad para las cinco personas que están en manos del EPP y denunciar al Gobierno que ha olvidado y abandonado a los secuestrados.
Como tarea principal, el Gobierno tiene que luchar por la seguridad de todos los ciudadanos y evitar que sigan los secuestros, asesinatos y ataques a estancias por parte del EPP; el Estado debe actuar y capturar a los que ya han perjudicado tantas vidas inocentes.
Por Mónica Rodríguez (19 años)