“Salvar a un animal no cambiará el mundo, pero sí la vida del ser rescatado”

Los perros y gatos abandonados abundan en las calles de nuestro país. Para Naara Penayo (23), los animales deben ser tratados como un miembro más de la familia. “Quizás, salvar a un peludo no cambiará el mundo, pero sí la vida del animal”, manifiesta.

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Para muchas personas, los animales callejeros pasan desapercibidos, pero para un voluntario son seres que también merecen una mejor vida que la mera sobrevivencia en las calles. Naara Penayo y su organización se hacen de tiempo día a día para rescatar y buscar refugios a los peludos abandonados.

“Nuestra organización nació ante la crecida del río en junio del 2014; creamos un grupo de WhatsApp e invitamos a otras personas a que se sumen con el fin de ayudar a los hogares que pedían donativos para los animales afectados. Nombramos al grupo 'Ayúdanos a ayudar', ya que trasladábamos los víveres que nos brindaban la gente, como también llevábamos a los peludos a los albergues; en total conseguimos auxiliar a seis refugios”, recuerda la joven.

Asimismo, Naara cree que la prensa fue fundamental para el nacimiento de la organización, ya que fue la que informó sobre los animales afectados y, posteriormente, se hizo eco de las actividades serviciales de su grupo. “Decidimos crear una página en Facebook y otra en Instagram, ya que muchas personas nos avisaban sobre los seres vivos abandonados en las calles”, explica.

“El rescate que más nos costó hacer fue de un pitbull llamado Aegon, lo encontramos en Lambaré y con los estudios que le mandamos hacer, nos dimos cuenta que tenía fracturas, quemaduras y hasta gusaneras. Se notaba que era un perro que sufrió mucho, de igual forma, nos movía la cola y nos daba besitos; no fue uno de los finales felices, ya que no aguantó y falleció”, declara la voluntaria.

La joven comenta que tienen varios objetivos con la organización; los principales se basan en contar con un refugio propio y fomentar una campaña de castración para gatos, ya que la cantidad de abandonos va en aumento. “Quizás, salvar a un perro o a un gato no cambiará el mundo, pero sí la vida del animal recuperado”, indica Naara. En cuanto a los voluntariados, cuenta que hay varias opciones para colaborar y no necesariamente entregando dinero.

La concientización de la tenencia responsable de las mascotas es una de las principales preocupaciones de Naara y su organización, ya que, según ellos, las personas deben tratarlas como un miembro más de la familia y no como un objeto desechable o maltratable, como ocurren en varios casos.

Por otra parte, la entusiasta voluntaria invita a todos los chicos y chicas a que se involucren y brinden su granito de arena a la sociedad. “Si los jóvenes esperan a que otros hagan, esa expectativa será en vano, así que es hora de despertar y trabajar”, concluye.

Por Ricardo Núñez (19 años)

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