Río Pilcomayo: el agua no llegó por desidia gubernamental

Yacarés atascados en el lodo, cultivos perdidos y peces muertos constituyen el panorama del río Pilcomayo, solo del lado paraguayo. Las autoridades recibieron millones para recuperar el cauce, pero hasta el momento los resultados brillan por su ausencia.

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La sequía del río Pilcomayo en el Chaco se difundió masivamente gracias a un video que se viralizó en las redes sociales. En el mismo, un ciudadano captó el paisaje de la Laguna Escalante: mucho barro y dos yacarés que se movilizaban dificultosamente entre el fango del sitio que algún día fue uno de los más hermosos atractivos de Gral. Díaz.

Sin embargo, aunque solo ahora estalló la noticia, esta situación no es algo que se dio de un día para otro, sino que lleva décadas de debates y soluciones técnicas que nunca funcionaron. En el 2014, el río se secó en octubre; en el 2015, en mayo, y este año ya ni siquiera ingresó el agua. Según habitantes de la zona, la humedad visible ahora solo es a causa de las recientes lluvias. Los pobladores advirtieron con varios meses de anticipación que el agua no ingresaría al lado paraguayo, debido al inicio tardío de las tareas de limpieza del canal; sin embargo, las autoridades hicieron oídos sordos.

La desidia por parte de la Comisión Pilcomayo del MOPC, que no realiza su trabajo como debería, empezando por el mantenimiento y la limpieza del canal del cauce hídrico, es la causa principal de la sequía. Pese a que las autoridades aseguran que “trabajan sin cesar”, los nulos resultados están a la vista.

Si bien es cierto que el cauce hídrico, de manera natural, fluye más hacia el territorio argentino, es sabido que si las autoridades de la Comisión no fueran ineficientes, en nuestro país también debería ingresar el agua. En la frontera argentina se puede observar el trabajo que se realiza para facilitar el paso de las aguas a través del canal del río; sin embargo, hacia el terreno nacional solo vemos sequía, barro y animales luchando por sobrevivir.

El exdirector de la Comisión Pilcomayo, Daniel Garay, administraba un presupuesto de 10 millones de dólares para las tareas de limpieza del cauce; se utilizó el 50% del fondo, entonces surge la gran duda: ¿Qué se hizo con ese dinero? Es fácil deducir que no se invirtió correctamente. Garay fue apartado del cargo luego de haberse detectado varias irregularidades durante su mandato y, recién ayer, asumió el cargo de director el ingeniero Óscar Salazar Yaryes.

Hoy, los productores de las zonas aledañas deben luchar para obtener un poco de agua, tanto para consumo humano como para el riego de sus cultivos. Los animales sobrevivientes huyen hacia los tajamares en busca del líquido vital; debido a esta migración, los ganaderos también se ven afectados, ya que los cocodrilos ocupan y destruyen las escasas reservas existentes. Además, la sequía afecta a las parcialidades indígenas ubicadas en el territorio chaqueño.

Lo único que nos queda es rogar que el nuevo director sí haga su trabajo honestamente y las demás autoridades competentes tomen cartas en el asunto, para que las aguas que bajan de Bolivia a partir de diciembre puedan ser aprovechadas. Mientras tanto, esperemos que los pobladores sean asistidos y los animales que se encuentran en la zona afectada sean transladados a lugares seguros antes de que mueran de sed.

Por Ana Jazmín Lezcano (20 años)

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