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Escuchar que la frase “relaciones tóxicas” se toma a la ligera puede ser un signo de alerta que demuestra la normalización de ciertas acciones enfermizas en un noviazgo, pues, por ejemplo, la creencia de que los celos excesivos solo son una muestra de aprecio, está insertada en la mente de muchas personas. Si bien no todas las relaciones tienen las características tóxicas, las que sí poseen deben fijarse en ciertos puntos que dañan la relación.
Una cuestión seria que, al parecer, no tiene un alto es la muerte de cientos de mujeres que entregaron su confianza a una persona sin darse cuenta de que se trataba de un feminicida. Nadie puede saber que detrás de un “te amo” existe una persona que pincela sus palabras cuando en realidad cada oración esconde un sentimiento posesivo y agresivo.
Las redes sociales son fuentes de denuncia pública; sin embargo, hace unos días, una publicación de una joven en su cuenta de Instagram manifestaba que recibía maltratos físicos y verbales por parte de su novio. El impacto de estas plataformas también refleja ciertos pensamientos que muchos jóvenes poseen, pues un escrito que defendía al mencionado agresor decía que, después de lo sucedido, una carta de disculpas es la solución para sanar la relación.
Datos recientes del observatorio del Ministerio de la Mujer señalaron que desde comienzo de año hasta hoy en día, 18 casos de feminicidios salieron a la luz; mientras que en el 2018, fueron 59 las víctimas de esta situación. Asimismo, el Ministerio resaltó que varios casos ocurrieron a causa de los celos por parte de la pareja.
Existen señales básicas que una persona debe conocerlas para descifrar el comportamiento de los demás como, por ejemplo, nadie tiene el derecho a acceder al celular de otro, a menos que este se lo permita. Además, una acción que demuestra violencia por parte de la pareja es la agresión simbólica que se manifiesta cuando uno se siente molesto por algo, descargando su descontento golpeando la pared o la mesa.
Según psicólogos, en charla con la revista Cosmopolitan, la agresividad verbal en una relación tóxica es un signo de alarma para la víctima. Si tu pareja expresa en público “no servís para nada", en un lugar privado los insultos pueden ser peores, afectando así psicológicamente al otro.
Cada persona es importante y una relación tóxica no debe reflejar lo contrario, pues si uno realmente aprecia a su pareja demuestra amor y no acciones tóxicas.
Por Ezequiel Alegre (18 años)