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Adenir es un médico indígena que empezó a estudiar la carrera de sus sueños a partir del 2010. Recuerda que, cuando era un niño, quería ayudar a su comunidad y deseaba ser un médico sin importar los obstáculos. El joven proviene de una familia humilde de la comunidad indígena "El Estribo", de la etnia Enxet Sur, en el distrito de Irala Fernández, departamento de Presidente Hayes, y forma parte del grupo de los pocos nativos que culminaron una carrera universitaria.
“Los aborígenes desean progresar y estudiar alguna carrera universitaria, pero a muchos no les queda otra alternativa que abandonar la formación por cuestiones económicas”, relata Adenir. Él había ganado una beca de la Embajada de Venezuela, a través de la Coordinadora de Líderes Indígenas del Bajo Chaco para viajar al citado país sudamericano e ir a estudiar medicina en la Universidad Nacional Experimental Rómulo Gallegos.
Según manifiesta, alejarse de su familia fue lo que más le costó durante todos estos años de estudio en Venezuela. “Seguir la carrera de medicina es muy complicado, pero con compromiso, seriedad y dedicación es posible culminar el estudio universitario con éxito", ratifica.
Ahora, el joven está haciendo su pasantía rural en el distrito de Irala Fernández, Bajo Chaco. “En la zona existen pacientes con casos de tuberculosis y otras enfermedades; muchos ya fallecieron porque no tuvieron un tratamiento adecuado”, expresa el joven médico. Los sectores vulnerables son afectados por dolencias evitables, pero la desidia del Gobierno en la salud, el consumo de agua no tratada y la mala alimentación son factores que hacen que la población indígena padezca problemas sanitarios.
Relata que el distrito donde está ofreciendo sus servicios tiene un solo puesto de Salud, el cual no abastece para cubrir todas las necesidades de los pobladores de la zona. “Se cuenta con una ambulancia deteriorada y existe escasez de medicamentos de mayor demanda como los antiinflamatorios, ácido fólico e hierro para las embarazadas”, afirma Adenir.
Insiste que todos los jóvenes paraguayos, en especial los indígenas, apuesten al crecimiento en educación. “El estudio es la única manera de progresar económicamente, mejorar la calidad de vida de los sectores vulnerables y apoyar a nuestro país”, concluye el galeno.
Por José Peralta (19 años)