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En el 2014 se registraron en total 383 suicidios y el año siguiente, 368. Por otro lado, en lo que va del presente año ya suman 90 los intentos que fueron contabilizados, según datos brindados ayer por la Dra. Cecilia Caniza, de Salud Ocupacional del Hospital del Trauma, quien advirtió que existe un subregistro importante, pues muchos centros asistenciales no informan sobre estos casos.
Teniendo en cuenta esos datos y cifras brindadas en años anteriores, en promedio, en Paraguay se registra un suicidio por día. Cada año, la cantidad aumenta y las causas obviamente son variadas.
Los funcionarios del Ministerio de Salud Pública advirtieron que los jóvenes y adolescentes que intentan quitarse la vida van en aumento. El sector más afectado es el comprendido entre los 15 a 30 años. Cuando se habla de suicidios consumados, en su mayoría son hombres, aunque en las tentativas, hay más casos de mujeres.
La publicidad tiene gran incidencia en los jóvenes hoy en día; cuántas chicas en el país se estarán sintiendo horribles en estos momentos solo por no tener un cuerpo parecido a las modelos de la TV. Los estereotipos que brindan en los diferentes medios de comunicación inciden en la mentalidad de los adolescentes y eso causa que el bullying también vaya en aumento.
Los gorditos tienden a ser víctimas de acoso escolar y eso deriva a veces a trastornos como bulimia o anorexia y a su vez, estas desembocan en la depresión.
Por otro lado, una causa podría ser la extinción gradual que se da en las familias convencionales (Mamá, papá e hijos). Cada vez aumentan más los matrimonios que se divorcian, forman nuevas parejas y los afectados son los hijos. Ir como pelota de ping pong, de casa en casa y estar en medio de constantes peleas entre padrastros y hermanastros, tarde o temprano, perjudica a los niños. Además de que reciben una crianza que tal vez varíe con cada padre o madre, lo que también genera conflictos en la salud psicológica de los menores.
Al mismo tiempo, la excesiva permisividad de algunos padres también podría afectar negativamente en los adolescentes, quienes viven cada vez más precoz e intensamente experiencias de adultos. Ya no es tan raro ver a niñas que se visten y comportan como señoritas, chicos que actúan como jóvenes mayores y a corta edad ya experimentan tantas cosas que no son adecuadas para ellos. Sin embargo, el “papá buena onda” deja que su hijo haga lo que quiera y vaya adonde sea y a cualquier hora, solo para que no se enoje; así el adolescente termina creciento en las calles y acostumbrado a no tener límites.
Los trastornos depresivos y de ansiedad, los cuadros bipolares, el pánico, la esquizofrenia y los trastornos alimentarios como anorexia y bulimia, la pobreza, así como también el uso y abuso de drogas, también son factores que contribuyen a la decisión de autoeliminarse.
¿Cómo darse cuenta si alguien está pensando en el suicidio?
-Las personas que piensan en suicidarse suelen presentar las siguientes actitudes:
-Insinúan que “pronto ya no me verán más”.
-Mencionan el suicidio o la muerte en general.
-Expresan sentimientos de tristeza o culpa.
-Se aíslan de amigos o familiares.
-Publican posts depresivos en las redes sociales.
-Pierden el deseo de participar en actividades que antes disfrutaban.
-Tienen dificultades para concentrarse o pensar con claridad.
-Muestran cambios en hábitos de alimentación y sufren insomnio.
Está comprobado que prevenir un suicidio es posible. Los padres deben estar atentos a las conductas de sus hijos y actuar ante el más mínimo indicio. La comunicación es muy importante en situaciones así; mamá y papá deben hablar con el adolescente constantemente, demostrar interés y buscar la manera en que el mismo se sienta cómodo y pueda conversar sobre lo que lo afecta y, a partir de ahí, buscar una solución. Pedir la ayuda de un profesional y llevarlo a realizar cualquier actividad que lo distraiga y lo haga sonreír, son algunas de las cosas que deberán hacer.
A veces, los compañeros de cole o de facu son los primeros en notar la conducta depresiva de un chico, pero generalmente no le dan la importancia debida. Es por eso que, todos debemos estar atentos ante cualquier actitud extraña que demuestren. Generalmente es muy notoria la depresión que los consume, si la percibimos es nuestra obligación hacer algo al respecto.
Los amigos del adolescente deprimido tienen un papel fundamental, son quienes deben demostrarle que no está solo, que basta con mirar a su alrededor para notar que mucha gente lo quiere y que será grande el vacío que dejará si llega a faltar.
La alta tasa de suicidio puede ser evitada, pero para ello toda la sociedad debe contribuir un poquito. Desde luchar contra los estereotipos de belleza hasta ser más empático con los demás. Los chicos que están pensando en quitarse la vida necesitan volver a valorarla, sentirse amados y ver que vale la pena seguir remando, a pesar de los problemas que se les presenten en el camino.
Por Ana Lezcano (20 años)