Poné la mano en el corazón y cantá con fervor el himno

"Qué pelada, a mí no me gusta cantar", "demasiado largo es", son las frases que escuchamos de los jóvenes que se avergüenzan del canto del Himno Nacional. Pero, a la hora de entonarlo en un estadio o estar en otro país se reaviva el entusiasmo.

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Rendir tributo a nuestra nación es la mejor manera de honrarla, pues es triste escuchar y ver la manera en que los adolescentes no demuestran interés hacia los símbolos que nos identifican como nación. Da mucha pena el sentimiento que los jóvenes transmiten durante el acto de entonación y el poco afecto que demuestran actualmente.

Anteriormente, en la época de nuestros abuelos, los jóvenes debían asistir a la entonación del himno con la ropa impecable, los zapatos lustrados y una postura adecuada, demostrando así respeto hacia la bandera que estaba siendo izada. Sin embargo, la realidad es otra en estos tiempos, a los alumnos ya no les interesa la vestimenta a la hora de asistir a un acto ni mucho menos cantar.

Hasta nuestros propios gobernantes no aprecian la bandera que nos identifica, ni la respetan cuando están en un acto importante. Cuando se realiza la entonación, no muestran ese afecto por la patria, como si les diera vergüenza nuestro canto.

Como jóvenes tenemos que recuperar el interés por el himno y empezar de nuevo a retumbar nuestro canto en los colegios y otros sitios donde resuene. Dejemos eso de que “cuando juega la Albirroja nomás voy a ser patriota y cantar con toda mi energía” que solamente nos hace ver como personas fingidas y guiadas por el fanatismo.

Siendo estudiantes, profesionales y futuros líderes de un país mejor, debemos conocer nuestros símbolos patrios y apreciarlos, pues nos identifican como paraguayos. No cantemos solo por una simple obligación, sino más bien por el orgullo de pertenecer a la raza guaraní.

Respetar el himno es demostrar amor a la patria, por lo que debemos mantener un buen comportamiento durante su entonación. Si no te gusta cantar, podés permanecer en silencio y con una postura que manifieste respeto.

No permitamos que entonar nuestro cántico se acabe en las instituciones educativas; aprovechemos y demostremos que aún hay jóvenes que sienten amor por su patria. ¿Para qué esperar a que se pierda completamente esta práctica y luego reaccionar para recuperarla? El momento de aprovechar es ahora; conservemos nuestras costumbres, raíces, tradiciones y sigamos inculcando la admiración hacia nuestro pueblo, pues los jóvenes somos la esperanza del mismo.

Por Mónica Rodríguez (18 años)

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