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Las competencias internacionales de fútbol, además de todo el dinero que mueven, siempre son atractivas para todos los equipos e hinchas. Los clubes ganan prestigio y respeto al llegar a la instancia decisiva de torneos importantes como la copa Libertadores y la Sudamericana.
Los últimos 10 años se vivieron grandes momentos en el fútbol paraguayo: Cerro Porteño, Olimpia, Nacional, Libertad y Guaraní son algunos de los equipos que más alto llegaron en los torneos internacionales del continente.
El respeto ya lo tenemos ganado, un conjunto nacional entre los 4 mejores de América es una constante últimamente. Por esas cosas que tiene el fútbol, la copa no se trajo a Paraguay.
Jugadores o entrenadores de cualquier país siempre destacan que los equipos guaraníes son un obstáculo muy difícil de superar; sin embargo, cuando más cerca de la victoria estamos, algo sucede, tal vez nuestra personalidad no está lo suficientemente formada para afrontar las etapas finales.
Sin duda alguna, ganar una competencia donde se encuentran los mejores equipos del continente no es nada fácil. A lo largo del torneo se produce un desgaste físico y mental de los jugadores; es necesario dejar de lado esa idea de que somos menos que los demás, ¿pero cómo cambiar esta mentalidad?
Empezar por las inferiores no es una mala opción, tratar de dar a los juveniles un concepto futbolístico con el que ya sean formados. Darles libertad para jugar y que de esa manera cada uno pueda lograr los mejores resultados, siempre dentro de la idea que tenga el director técnico.
Una vez alcanzada la madurez, empezar con los trabajos de resistencia, porque si nuestros jugadores tienen un problema, es el de bajar el nivel de rendimiento en las segundas partes. Se debe mantener el físico en buen estado, porque el cansancio dificulta la capacidad de pensar o realizar rápidamente una acción de juego.
Utilizar nuestra virtud como siempre lo fue el juego aéreo y fortalecerla con buen fútbol; jugadores de calidad que piensen en el armado, con una buena seguridad atrás que les permita construir y asociarse con tranquilidad. Recuperar rápido, cuando tengamos el balón saber qué hacer, y por sobre todo, tener la viveza que se necesita para jugar las copas.
Es momento de lograr un triunfo internacional, llevar en alto el nombre de nuestra nación, a nivel de selección venimos de otro fracaso pero las chances de campeonar en las disputas de copas siempre están para nuestros clubes.
Diego Benítez (18 años)