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Lunes, el día que la mayoría de las personas considera como el peor de todos, es el comienzo de una larga e infinita semana. Levantarnos temprano y aguantar las secuelas de la resaca del sábado y el domingo seguro cansa mucho; entonces, la paciencia debe ser nuestra compañera inseparable.
Muchos piensan que el segundo día de la semana es como el gemelo del lunes, pero con 24 horas de retraso. Si te encontrás con la energía bien cargada, lograste un récord; las pilas deben estar lo suficientemente llenas para combatir el estrés a fin de llegar sanos y salvos al domingo, momento en el que vuelve a iniciarse la rueda de responsabilidades.
Cuando llega el miércoles, comenzamos a sentir el espítitu de la alegría, el ánimo cambia y las sonrisas se presentan. Siempre debemos dar importancia a las obligaciones como las tareas del colegio o de la facultad. El tercer día, muchos jóvenes siguen remando para poder concluir esta secuencia de días. Cuesta un poco, pero nosotros debemos ajustarnos a la semana, porque ella no lo hará.
Las fotografías viejas que subimos a las redes sociales usando el hashtag “tbt”, que significa jueves de antaño, no deben faltar en el cuarto día. Además, una de las acciones que se realizan en esta jornada es la organización para el “finde”; cada persona colabora un 10 mil'i para los gastos que se requieren en una reunión de amigos.
¡Olvidate! Porque el viernes se apodera de todo siendo así el príncipe de la semana; en la quinta jornada muchos se preparan para divertirse y olvidarse un rato de las responsabilidades. Resulta lógico que este día sea conocido por los eventos y las fiestas que se organizan; la típica palabra ja'umina aparece como si hubiera estado esperando su momento.
Gritos, fiestas, cumpleaños y varios tipos de bebidas forman parte del rey de la semana. ¡Ojo!, la condición más importante de este día es que si vas a tomar, no manejes. No todos los jóvenes son iguales, porque están los que aprovechan los fines de semana para terminar las tareas pendientes o ver una buena película con la pareja.
El séptimo y dichoso día nos brinda la comodidad de dormir hasta tarde, descansar y disfrutar un almuerzo con la familia. Sin embargo, nunca faltan los flojos que dejan todos sus quehaceres de colegio para la última hora. Cuando llega el domingo, tenemos en mente esa voz interior que nos dice “mañana vuelve el lunes”; entonces, es importante que te prepares bien para empezar con la semana que entra.
Por Ezequiel Alegre (16 años)