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La acumulación de billetes en tu bolsillo es lo que conocemos como ahorrar; para lograrlo, claramente, tenés que intentar gastar menos dinero de lo que ganas o percibís mensualmente. Muchos piensan que solo los millonarios son capaces, pero no es cierto, solo hay que aprender a gastar e idear un plan de gastos para que la plata siempre te alcance.
Tené bien claro lo que es primordial, por ejemplo tu combustible o pasaje, lo que haga falta en tu casa y las comidas de todos los días; siempre habrá cosas menos importantes de las cuales podés prescindir. Todo capricho, sea una remera de marca, un teléfono de alta gama o juego de play, puede esperar. A tu media naranja decile que aguante hasta el cumple mes.
El ahorro se trata de conseguir un colchón de ingresos, hacer un sacrificio que te va a traer varios beneficios en el futuro. Es como lo que hacen las hormigas: trabajan durante un cierto periodo, de modo a disfrutar luego de un merecido descanso cuando más lo necesitan. Para ahorrar es muy importante no caer en la tentación que generan las comidas muy costosas, las salidas con amigos y los productos de marca; hay que seguir juntando lo que se pueda.
Es de mucha ayuda acostumbrarse al ahorro; al comenzar será difícil pero, con el paso del tiempo, guardar un porcentaje de tu sueldo o la plata de tu recreo se convertirá en una rutina, ya que rápidamente vas a ver resultados y eso te va a llenar de motivación para seguir. Si al recibir un dinero apartás un porcentaje para guardarlo directamente y ya no tocarlo, será más fácil para vos resistirte a gastarlo; en esos casos, el banco o la cooperativa te pueden ser de gran ayuda.
Tener un dinero extra genera una tranquilidad ante cualquier situación que se pueda vivir en la familia, ya sea por una enfermedad, un accidente o cualquier problema monetario. Expertos aseguran que mientras menos ingresos tengas, más debes ahorrar, para lograr una mejor calidad de vida; la mayoría de la gente piensa lo contrario.
No dejes que tus bolsillos se vacíen antes de que llegar la tercera semana de cada mes, ahorrá lo que puedas, así vas a poder disfrutar mañana de los sacrificios que hacés hoy.
Por Diego Benítez (18 años)