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Ser un joven investigador en nuestro país es algo muy difícil. En una época en la que los trabajos prácticos del colegio se basan en un simple copia y pega de la información que ofrece internet, es complicado encontrar verdaderos interesados en la innovación.
Muchos colegios buscan que sus alumnos de la media se interesen en la investigación y la innovación; por esa razón, varias casas de estudio organizan las famosas “ferias de ciencias”. Con la promesa de alcanzar una calificación más alta, ponen a prueba la capacidad de sus estudiantes.
A pesar de que la mayoría no tiene tanta disposición en encontrar algo innovador y solo se encarga de hacer un resumen de la información disponible en internet, hay quienes ponen toda las ganas en sus investigaciones. Muchos interesados se pasan noches enteras tratando de encontrar datos válidos para sus proyectos.
Ciertos jóvenes se inspiran en algún problema que han vivido para buscar una solución novedosa y presentarla como tema de proyecto. Algunos quieren crear un producto con materia natural para bajar los niveles de azúcar en diabéticos, una crema cicatrizante o un té que logre estabilizar a los hipertensos. Estas pequeñas ideas pueden ofrecer grandes resultados.
Gracias a estas ferias, muchos jóvenes tienen la oportunidad de participar en otras competencias de diversos centros educativos de nuestro país. Por otro lado, algunos colegios otorgan acreditaciones para viajar a otros países y poder concursar a nivel internacional.
Al llegar a cierto punto, los estudiantes, a pesar de sus intentos, no pueden pagar los altos costos de las ferias. Las acreditaciones que ofrecen los colegios no cubren ningún tipo de gastos como la inscripción, la estadía o la comida para los concursantes. Es por esto que muchos jóvenes deciden dejar de lado sus proyectos o investigaciones, ya que no pueden solventar sus viáticos.
Aunque la mayoría de los estudiantes dejan mucho que desear en sus proyectos, es importante que se apoye a quienes realmente se esfuerzan. A pesar de que las “investigaciones” de los colegiales no son técnicamente exactas, hay que darles más herramientas para que, en el futuro, mejoren sus métodos de recolección de información y puedan crear algo útil.
Por Divina Alarcón (18 años)