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Los juegos de video van evolucionando, cada día se pueden ver actualizaciones, mejoras y nuevos niveles. Es por esa razón que los clientes fieles de estos softwares prácticamente no pueden desconectarse de sus consolas.
Para poder relajarse un poco, siempre está bien invitar a tus amigos a casa, jugar un poco de PES, reírse, pasarla bien y disfrutar del tiempo libre. Pero, como todo en la vida, llegar al extremo siempre está mal; una vez que son horas o, en algunos casos, hasta días, es un problema.
Muchos colegiales o universitarios pierden valioso tiempo jugando con el Xbox, Play Station o el NintendoWii, horas que podrían dedicarlas al estudio o a practicar algún deporte. Sin embargo, se quedan sentados o acostados con el control en la mano jugando hasta que sus dedos y vista cansen.
La mayoría no sabe que exagerar con los videojuegos puede desarrollar varios problemas en la mente y el físico de los jóvenes. Las animaciones de guerra, armas y peleas son una amenaza directa para los niños, ya que ellos podrían tender a repetir acciones que ven en la pantalla como si fueran algo normal.
GTA, Call of Duty, Batllefield, entre otros, son ejemplos de juegos que incitan a la violencia, destrucción y a las peleas o robos, haciendo ver estas acciones como una actividad común. Lo peor de todo es que ninguno de estos videojuegos tiene restricción de edad.
El mundo digital ha evolucionado muchísimo, cualquiera que tenga un play station puede jugar con personas de todo el mundo online; es por estas facilidades que muchos se enganchan tan rápido al vicio de los videojuegos.
Yendo un poco más allá, podemos encontrar un problema llamado “efecto Tetris”, trata sobre una enfermedad de la mente: la persona empieza a ver bloques cayendo en todas partes, puede que estos luego aparezcan en sus sueños; se han registrado casos de accidentes automovilísticos causados por este mal.
Así que, para divertirse un rato, nunca está mal un poco distracción con los juegos de video, pero se debe tener en cuenta los problemas que puede causar el tiempo exagerado de estar frente a una pantalla con un control en la mano; los daños podrían llegar a ser irreversibles y afectar no solo al jugador, también a su familia. Entonces, ojo, jugar en la play puede no ser tan inocente como parece.
Diego Benítez (18 años)