Mientras aprende los 206 huesos del cuerpo humano, hace retratos de personas

No es común que un alumno de Medicina realice otras actividades, pero Eliana Velázquez (21) es una excepción; en su tiempo libre retrata personas para cubrir sus gastos. Su sueño es ser médica, mas no imagina su vida sin un lápiz y un papel a mano.

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Eliana cuenta que dibuja desde que tuvo en sus manos un lápiz y un papel, pero desde hace tres años retrata a las personas de manera profesional. La artista abandonó su ciudad natal, Caaguazú, para estudiar medicina en Coronel Oviedo y expresa que gracias a su trabajo puede cubrir gastos como alquiler, comida y libros; actualmente, cursa el tercer año de la carrera.

La joven afirma que después de culminar la jornada de clases y exámenes, se siente feliz, pues encuentra un momento en que puede dedicarse a realizar trazos en una hoja. “Considero que estudiar esta carrera no significa un obstáculo. Trato de rendir las materias en las primeras oportunidades para tener vacaciones y dedicarme al dibujo. La verdad es que no imagino mi vida sin un lápiz y un papel a mano”, agrega.

Eliana expresa que nunca creyó que iba a dedicarse al arte. “Es sorprendente lo mucho que avancé, jamás pensé que a la gente le iba a gustar tanto mis obras y eso me hace sentir orgullosa, además me impulsa a seguir mejorando cada vez más”, afirma. La joven decidió ser autodidacta porque no tuvo la oportunidad de capacitarse en un instituto de dibujo.

A pesar de que la medicina y el arte no van de la mano, la retratista manifiesta que ambas actividades forman parte de su vida y que día a día se enorgullece con lo que realiza. “Mucha gente me pregunta qué hago en la facultad y por qué no me dedico de lleno al dibujo, pues me va a generar un buen ingreso económico; sin embargo, no retrato solo por el dinero, sino porque me siento realizada”, añade.

“El lápiz y el papel forman parte de mí; pienso que es asombroso cómo esos materiales tan simples son capaces de crear fabulosas obras y a la vez provocar en las personas tantas emociones. Creo que todos deberíamos tomar ejemplo de eso y aplicarlo en nuestras vidas”, afirma la joven. Así también, dice que no descuida las dos actividades, pero que la mayor parte de su tiempo la dedica al estudio.

Eliana comenta que si solo dibujara, una obra terminaría en 8 horas, aproximadamente, pero cuando tiene clases y exámenes, culmina el trabajo en una semana. Por otra parte, expresa que se siente satisfecha al saber que a través del dibujo tiene la oportunidad de dar un precioso recuerdo a las personas. “Todos queremos dejar huellas en el mundo; por eso considero que los artistas podemos inmortalizarnos a través de nuestras obras”, finaliza.

Por Dahiana Galeano (20 años)

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