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La situación de los caminos en el país es algo lamentable que afecta a muchas personas. En estos días, se dio un caso curioso, ya que personal del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC) tapó con arena varios baches que se reabrieron sobre la Ruta Transchaco, en el tramo Verde-Mariscal Estigarribia.
Es increíble cómo un trecho en el cual cada día existe un intenso tránsito de más de 200 camiones pesados con productos agropecuarios, animales vivos y gas licuado desde Bolivia, etc., se encuentra minado de baches que son recapados con arena. Lastimosamente, las autoridades no dimensionan el peligro que esto significa.
Los perjuicios económicos y sociales que ocasiona la mala condición de las rutas son numerosos. Muchos niños de localidades del interior no pueden asistir a sus escuelas. Asimismo, hay empresarios que soportan pérdidas debido a que sus camiones, que llevan los productos, se quedan atascados por culpa de obstáculos en los caminos.
El problema de las rutas en mal estado es algo que se acarrea hace bastante tiempo y a mucha gente ya le cansa esta situación. El año pasado, un señor, como medida de protesta, se encadenó frente al edificio de la Municipalidad de San Pedro de Ycuamandyyú, pues a bordo de su vehículo se dirigía a su casa que se encuentra en un pueblito a 7 km del centro de esta ciudad, cuando en un punto del tramo se vio imposibilitado de continuar a causa de la mala condición del camino.
Cuando se busca culpables, las entidades encargadas "se pasan la pelota". La Gobernación traslada la responsabilidad a la Municipalidad y esta institución deriva al MOPC, pero nunca se encuentra una solución, sino engaños, ilusiones y promesas incumplidas.
Existe el Programa de Mejoramiento de Caminos no Pavimentados en la Región Oriental del país que, supuestamente, arregló más de 300 kilómetros de ruta de todo tiempo en el departamento de Alto Paraná, según informó el ministro de Obras Púlicas, Ramón Jiménez Gaona. Sin embargo, la situación de varios tramos en otros lugares es lamentable y peligrosa, pues estos caminos son como trampas que pueden sorprender a un conductor en cualquier momento.
Por Joaquín Tandé (18 años)