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El sol se esconde, la luna brilla y así sucesivamente pasan los días, pero “La semana” sigue siendo la película que todos vemos cuatro veces al mes. Los actores para cada escena se visten de características muy especiales y tienen diferentes maneras de presentarse en el escenario de la vida.
“¡Luz, cámara y acción!”, dice la alarma cuando vamos a ver la primera parte de la peli. Con la frase “después de la farra, viene la butifarra”, el actor Lunes “ro” es el que nos llama a volver a la vida real, a trabajar e a ir al cole; también, este día representa una nueva oportunidad para hacer las cosas bien.
Continúa el film y Martes toca nuestra puerta para consolarnos y ayudarnos a que nos acostumbremos a la rutina. Para muchos, este intérprete es el más neutro de todos, pues cuando el mismo actúa no pasa nada, no hay viveza ni motivo para celebrar.
Seguidamente, los ojos se deleitan con Miércoles, quien se acerca, rápidamente, para cargarnos de energía, pues es mitad de semana y, obviamente, ya se puede sentir el aroma de los siguientes días y la película se pone cada vez más interesante.
Jueves o “juernes” es el personaje que, tristemente, debe aceptar que los días que le anteceden opacan por completo su momento de fama. Asimismo, esta escena se caracteriza por los tbt y los recuerdos del ex o los amigos, la música de antes, etc.
¡Es viernes y el cuerpo lo sabe! El actor más elogiado se presenta en la escena cinco y trae música, partiditos, amigos, aire diferente y una esencia que canta “opatama ko arapokõindy”. La gente se ríe de todo, el chofer es amable, tu mamá ya cocina milanesa, tu profe hace puente nomás ya; es decir, parece que da más gusto en esta parte de la peli.
La mejor escena se planta ante las cámaras cuando Sábado llega. Este día, varias personas salen temprano del trabajo, se preparan para el quince de fulanita, el casamiento de Juan Pérez, el baby shower de sultana, el partido con los exa, etc. También, se guardan las responsabilidades y el estrés en un cajón y, por sobre todo, se festeja con o sin motivos.
La última escena, en donde aparece Domingo, se divide en tres: Día del Señor, de la resaca y de la familia. Muchos prefieren almorzar con la gente que más quiere, preparar el asado, tomar ese tereré que une más a las personas y disfrutar la última parte del film.
Ahora, nos damos cuenta de que “La semana” es el rodaje de la vida y que cada escena es un regalo con moños y envoltorios originales. Por tanto, debemos aprovechar cada minuto de este film para moldear los papeles de nuestros actores a fin de que todos los días sean como un viernes, poniéndole buena onda y vibra positiva.
Por Andrea Parra (18 años)