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En otras épocas, los zapatos eran vistos como un complemento de menor importancia, ya que no inspiraban los sentimientos que generan ahora. Sin embargo, poco a poco, el diseño se fue ocupando de ellos hasta llegar a la revolución del siglo XX, que deja a un lado el pudor y hace que adquieran un aspecto sofisticado que resalta la sensualidad femenina.
Hoy, las mujeres se apoyan en los zapatos para reafirmar quiénes son, pues aquellos modelos que eligen marcan un estilo propio. Algunos psicólogos afirman que es posible determinar la personalidad de una mujer según el tipo de calzados que usa.
Los tacones altos de aguja hablan de mujeres que quieren ratificar la confianza en sí mismas. Los que tienen plataforma sugieren sensualidad y el gusto por ser el centro de las miradas. Las bailarinas y las sandalias bajitas son usadas por aquellas a las que les gusta el bajo perfil; estos modelos marcan un tono de distinción y complementan looks naturales.
En las mujeres funciona muy bien aquello de que los zapatos se cambian cada día o que hay un par justo para cada ocasión. Por esta razón, ellas se ponen felices cuando van a una tienda o de shopping y compran unos pares nuevos, ya que siempre hay lugar para una colección más en el armario.
“Para mí, el zapato no solo es complemento, sino uno de los objetos claves para expresar la feminidad y la seducción, además de marcar la diferencia en la elegancia. También, es comunicación, pues revela la personalidad de quien los lleva”, dice la diseñadora Florencia Troche.
Si querés comprar zapatos de diseñadores como Christian Louboutin o Jimmy Choo, quienes son los favoritos de las celebridades, tendrás que desembolsar entre 600 y 5 mil euros por unos pares. En el mercado local, también hay importantes marcas de calzados como Dupioni; podés adquirir modelos a partir de 200 mil guaraníes.
Los calzados son las joyas del siglo XXI, por eso no hay reglas en cuanto a precio, colores, diseño, altura y cantidad se refiere. A muchas mujeres no les importa gastar todo su salario en ellos porque son caprichos del deseo y, en la actualidad, son considerados "gotitas de felicidad". “Si ese par de zapatos negros que tenés en el armario te hacen sonreír, valen más de lo que cuestan” (frase del legendario personaje Holly Golightly, de Desayuno en Tiffany’s).
La variedad que ofrece hoy el universo de los calzados es una de las experiencias más fascinantes para las mujeres. De forma instantánea, ellas se transforman y dan un toque de distinción a su aspecto. El deseo de comprarlos es una obsesión que las damas no están dispuestas a olvidar, ya que el amor por los zapatos es el verdadero amor eterno.
Por Romina Ferreira (18 años)