Los pueblos minoritarios también pueden leer la Biblia en sus idiomas

“Muchos están cómodos con versiones de la Biblia en español; hay pueblos que no tienen ni un versículo en su idioma”, dice José Oviedo (21). El joven forma parte de Letra Paraguay, un ministerio religioso que se dedica a la traducción de la Biblia.

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¿Sabías que los pueblos minoritarios también pueden leer la Biblia en sus idiomas? Esto es posible gracias a Letra Paraguay, una de las entidades que se encargan de traducir este libro tan conocido al lenguaje de los indígenas y al de los sordos.

José cuenta que existen 19 etnias en el país, de las cuales, actualmente, están trabajando con tres: Aché, Guaraní Ñandeva y Toba Maskoy. Además, comenta que, de las 19 etnias, dos o tres no tienen siquiera una parte de la Biblia, siete la poseen completamente traducida en sus idiomas y las demás cuentan con algunos capítulos o con proyectos que no terminaron.

El joven menciona que la visión de Letra es que para el 2025 se haya completado la tarea de traducción en Paraguay para todas las etnias. Por este motivo, continuamente están haciendo contactos para saber qué lenguas faltan o en qué pueden colaboran, ya que no es la única entidad del país que traduce biblias.

José destaca que este ministerio depende mucho de las ofrendas que reciben y que existen organizaciones internacionales que sostienen algunos proyectos. Además, dice que realizaron un análisis de cuánto costaría imprimir un versículo de la Biblia en Paraguay. “Calculamos los 31.103 versículos que existen, divididos todos los gastos que conlleva la traducción: combustible, comida, viáticos, etc., y nos da un costo aproximado de G. 50.000 por versículo”, agrega.

Debido a esto, el ministerio fomenta a las personas a que “donen versículos”: “Letra tiene una editorial que está publicando libros; entonces, por cada donación de versículos, nosotros regalamos un libro para motivar a los hermanos a que ofrenden”, manifiesta.

El joven relata que los nativos mismos traducen la Biblia. En primer lugar, contactan con la etnia, luego buscan a los indígenas más capacitados en la lengua y los mandan a Perú a instruirse por nueve meses.

Una vez que regresan, hacen la traducción usando un lenguaje común, que es el guaraní. Luego, vuelven a pasar al lenguaje nativo específico, arreglan un poco y envían a un consultor, quien ve a profundidad, analiza bien el sentido de las palabras y, si está todo correctamente traducido, hacen pruebas en las comunidades para ver si se entiende el texto.

Todo depende del área en que uno quiere servir. Existen personas que directamente desean estar en la parte de traducción, por lo que primero necesitan una capacitación; Letra se encarga de dar las directrices para que eso sea posible. Sin embargo, también existen otras áreas en las que se puede ayudar, ya que es un ministerio integral que necesita de todos para poder funcionar.

“Depende mucho del don que tenga cada uno. Necesitamos gente en la parte administrativa, personas que puedan capacitar a líderes indígenas y otros que realicen tareas físicas, ya que también nos dedicamos a la construcción de viviendas en las étnias indígenas”, puntualiza José. Asimismo, reciben grupos de voluntarios que deseen ir a hacer diferentes tipos de trabajo de uso de escrituras en las etnias.

Además, menciona que reciben a pastores, líderes de iglesias y gente con diferentes dones, pues este ministerio involucra no solo lo social, sino también lo espiritual. “Sería en vano que traduzcamos la Biblia, les dejemos y no sepan qué hacer con ella. Todo viene acompañado”, agrega el joven.

José manifiesta que, personalmente, se siente muy bendecido al ayudar en este ministerio, ya que ve el impacto que genera y la admiración que sienten los indígenas al saber que le dan valor a sus lenguas. “Uno se siente bien cumpliendo con la misión de Dios, aquí en la Tierra”, expresa.

José pide a los jóvenes que se interesen más por el ministerio de la traducción de la Biblia. “Hay que pensar que nosotros estamos cómodos con múltiples versiones en español y existen pueblos que no pueden leer, al menos, un versículo en su idioma”, relata.

“Es hora de que la Iglesia se despierte y empiece a entrar en esta área, que es una parte esencial de la gran misión que se encuentra en Mateo 28:18-20: ‘Id y haced discípulos en todas las naciones’. Dios no dijo cómo; nos dejó la creatividad, así que depende de nosotros ver cómo llevamos el mensaje de Dios a todas las etnias que faltan”, finaliza.

Por Valeria Candia (19 años)

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