Los parciales, el akãrasy de todo universitario durante el semestre

Llegan los parciales y más de uno se encuentra con un akãrasy “tragando” las copias que el profe dio durante el semestre. “Ya nada es como el cole” suele ser la frase que todo alumno repite en la universidad, pues debe ingeniarse para no recursar.

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La mayoría de los alumnos de las universidades empiezan esta semana los exámenes; algunas instituciones ya se adelantaron y van por la segunda serie de pruebas. La técnica del cuestionario que daba el profe en el cole ya casi no existe en la facu.

Al momento de preguntar al docente qué es lo que se debe repasar, la respuesta es simplemente “absolutamente todo lo que dimos durante el semestre”. Entonces, la única opción que tenés es recolectar las interminables copias y empezar a meterlas en tu cerebro.

Ah, no solo tenés que mirar y repasar las fotocopias y libros sino también las miles de diapositivas que tu profe power point proyectaba en sus clases. “Falta mucho todavía, qué pio ya voy a estudiar” suele ser la excusa perfecta para posponer los repasos necesarios antes de los exámenes.

La asistencia también juega un papel importante al inicio del parcial, ya que si no cumplís con el 70% de presencia en clases, lo más probable es que no rindas y recurses el año. También, el pago de la cuota en estos casos es primordial.

Estando en la universidad, casi ninguno de los profes te va a facilitar cuestionarios para que puedas repasar. Muchos, por esa razón, prefieren tragarse todas las copias para asegurar y tener un buen rendimiento a la hora de rendir el examen.

Con los parciales te das cuenta de que ya estás en otro sitio mayor y que depende de vos seguir con la carrera. No existen los amigos que te van a bancar en lo que te falta, ni la profe que te va a ayudar si te vas a preguntarle cómo se hacía tal ejercicio o la fórmula que te olvidaste.

En lugar de estar descansando la mente y el cuerpo, la noche antes del parcial, la mayoría se encuentra con las copias y libros en la cama, intentando memorizarse todo de una vez. Pero, al no obtener un resultado rápido, muchos prefieren acostarse a dormir y que al día siguiente sea “100% Jesús nomás ya”.

Muchos alumnos esperan el momento de la “venganza” que se da a fin de año, cuando llegan los formularios de evaluación al docente y varios demuestran su rabia y rencor por aquel profe que hizo el examen súper difícil y sacó algo que, “supuestamente”, jamás desarrolló en clase.

En lugar de estar compartiendo fotos de personas frustradas con los parciales, lo mejor que podés hacer es estudiar sin perder más el tiempo. No permitas que los exámenes te superen, sino enfrentate vos a ellos y ganá esta pelea.

Por Mónica Rodríguez (19 años)

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