Cargando...
Los Milenios son todos aquellos jóvenes que llegaron a su vida adulta con el cambio de siglo, es decir en el año 2000. En cambio, la Generación Z está integrada por los famosos nativos digitales y se trata de los niños que nacieron desde finales de los 90 hasta mediados de los 2000.
Veinte y pico de años dan para muchos cambios. Ya no se liga como en los años 90, ni se viste igual. Los trucos en los exámenes tampoco se escriben ya con puño y letra. Atrás quedaron los casetes y el despertador que no era un móvil, sino simplemente un aparato con grandes números rojos que se reflejaban en la pared.
Ahora a los almuerzos familiares les acompaña siempre el mismo sonido. No es el de la tele de fondo o el de mamá gritando "¡tenés que comer todo!", sino el de los insistentes mensajes de WhatsApp. No se mira al frente o al costado mientras se camina, sino al celular.
En la moda de los años 90, resaltaban los zapatos de tacón de aguja, las blusas y remeras americanas anchas, los jeans de cintura alta, las minifaldas y los pantalones tipo piratas. En cambio, los look de hoy en día son muy variados, pues van desde lo minimalista hasta lo casual; eso se debe a que los jóvenes tienen la libertad de vestirse como quieren.
En cuanto al tema musical; el rock y el heavy metal fueron las atracciones en la época anterior, grupos como Nirvana, AC/DC y Green Day hacían vibrar al público juvenil. En relación a la televisión, las series como Friends, Expediente X, El Príncipe de Bel Air, Caballeros del Zodiaco, Súper Campeones y Dragon Ball Z eran los grandes protagonistas de las tardes.
Tener un walkman, reproductor de audio estéreo portátil, era una bendición para los Milenios, pero tenían que cuidar las pilas porque resultaban muy caras. Otro de los pasatiempos favoritos de esta generación era grabar toda la tarde las canciones de la radio en casetes. Actualmente, en un segundo ya obtenés las nuevas melodías de tus artistas, gracias a las aplicaciones digitales que existen para escucharlas.
Las diferencias de estas generaciones te pueden hacer dudar de si estás siendo testigo de un gran progreso o un triste retroceso en los jóvenes. La vuelta a los 90, aunque sea por un día, es un buen regalo para incluir en la carta a los Reyes Magos del próximo año.
Por Romina Ferreira (18 años)