Los grafitis: ¿Arte de expresión urbana o actos vandálicos callejeros?

Si vas caminando por la calle y te encontrás con una figura extraña, abstracta, colorida o una frase interesante pintada en la pared, ¿te quedás a contemplar la obra o pasás de largo? Para algunos, los grafitis son arte; otros los toman como vandalismo.

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El origen de los grafitis se remonta a las inscripciones que quedaron en las murallas desde los tiempos del Imperio romano. La moda comenzó a explotar en Francia, donde inspirados por el movimiento hippie, los miembros de la revuelta estudiantíl de mayo del '68 dejaron distintas frases escritas en las paredes de todo París, en pos de hacer reclamos a la autoridad.

Actualmente, estas pinturas se usan como una demostración artística, pero en Paraguay tenemos nuestro propio estilo. Los barrabravas usan los grafitis como elemento para marcar el territorio, es clásico ver el famoso “Comando”, “LBDO” y los inflatables “Chancholigan’s”. Si estás caminando con una camiseta de Olimpia por la calle y ves que en la pared dice “La plaza”, mejor que corras de ahí.

Muestras de amor son una buena excusa para utilizar el grafiti; es famoso poner tu nombre y el de tu chuli dentro de un corazón, a algunas chicas esta acción les parece tierna. Muchos utilizan este medio para poner a su candidato favorito como “Marito de la gente” o “Efraín presidente”, obviamente de rojo y azul, respectivamente.

“Gracias San Expedito por los favores recibidos” es más común en los pasacalles, pero tampoco faltan los grafitis con esa popular frase. Estos dibujos callejeros también son empleados para hacer reclamos a las autoridades, siendo “¿Qué pasó en Curuguaty?” una de las frases más famosas.

Los decanos de universidades y los directores de colegios también reciben quejas por parte de los alumnos, a través de las pintatas callejeras. Existen personas que rozan el nivel artístico, se han visto pinturas de gran nivel en las paredes: retratos, paisajes o también frases inspiradoras que dan un toque particular al barrio. Se ven grafitis de distintos tamaños, pueden abarcar prácticamente todo un edificio o tan simplemente unos cuantos centímetros.

Todos pueden hacer su propio grafiti, sólo es cuestión de comprar un aerosol y dejar que fluya el arte; pero, cuidado, puede ser considerado vandalismo, siempre es mejor tener un permiso del dueño de casa. Hay gente que está en contra, en cambio hay personas que apoyan estas pinturas de aerosol. ¿A qué conclusión llegás: los grafitis son arte de expresión urbana o actos vandálicos?

Diego Benítez (18 años)

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