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El uso de drones fue introducido al Paraguay en el 2014 y desde entonces ha venido revolucionando el mercado paraguayo, por todas las facilidades que ofrece su uso. Cerca de 2.550 dispositivos ingresaron al país en el 2015 provenientes de los Estados Unidos y, sobre todo, de China, según datos de la Dirección Nacional de Aduanas.
En otros países, el diseño con cámaras, GPS y sensores de todo tipo que poseen los drones fue inicialmente desarrollado para ser usado en los círculos militares, como en las misiones de espías y hasta portando armas de guerra para disparar contra blancos teledirigidos.
En los últimos años, gracias a que los precios de fabricación de estos “aviones no tripulados” descendieron, se amplió el uso de los mismos y se puede disponer de esta tecnología para otras funciones más nobles como la investigación científica y el entretenimiento.
Los drones se manejan con control remoto o a través de aplicaciones para smartphones o tablets. Actualmente, hay diferentes apps desarrolladas para iOS, Android y hasta Linux que permiten pilotar un dron, sacar fotos y filmar.
Una de las ventajas que presenta el dron es que puede ser utilizado en eventos, tal como ocurrió en el Mundial de fútbol en Brasil, donde varios dispositivos fueron vistos sobrevolando las canchas, mostrando desde arriba el juego con los mejores ángulos. También son utilizados para conciertos, desfiles y hasta protestas. Los drones abren toda una nueva gama de posibilidades al periodismo fotográfico y a los cineastas.
Las desventajas que presentan son las siguientes: el enlace vía sátelite puede ser hackeado y de esta forma se romperá el canal de comunicaciones y se interceptarán los datos contenidos; capacidad de vuelo limitada por el tipo de combustible o fuente de energía que tiene el dispositivo y, por último, existen algunas personas malintencionadas que utilizan el aparato para fines no deseados como contrabando de objetos o espiar en casas ajenas.
Pese al boom de estos móviles aéreos no tripulados en nuestro país, hay aún puntos pendientes, como el registro de los dispositivos y la legislación que regule los vuelos; otros países ya disponen de estas reglas. Para el uso como hobby, los expertos recomiendan tener cuidado con el clima; cuando haya neblina, lluvia o viento, además de aglomeración de personas, es necesario que se evite utilizar los drones.
Esta innovación constituye la punta del iceberg de una nueva revolución tecnológica, liderada por la robótica y la inteligencia artificial. Los drones van creciendo en cuanto a actualizaciones y no ha de sorprender que dentro de unos años se encuentren realizando envíos de pizzas.
Por Romina Ferreira (18 años)