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Mercurio es el planeta que se encuentra más cerca del Sol y, por lo tanto, se mueve más rápido alrededor de él y culmina su vuelta al cabo de 88 días terrestres. De ahí que su nombre provenga del mensajero de los dioses de la mitología romana, Mercurio, aquel típico personaje con sandalias y sombreros alados.
Luego viene la Afrodita de la Vía Láctea: Venus, “la gemela de la Tierra”, toma este nombre en honor a la diosa romana del amor. Este astro se muestra ante nuestros ojos en las mañanas y durante las puestas de sol; es el lucero al que le lanzás suspiros cuando tu mente escapa hacia la mirada de tu enamorado.
El suelo que se encuentra bajo nuestros pies siempre fue llamado “tierra” y muchos aseguran que su nombre proviene de este concepto natural; sin embargo, otros ven relación con dos diosas de distintas culturas: Gea, la diosa griega de la naturaleza y su homóloga romana Terra.
El misterioso planeta rojo lleva su nombre debido al dios romano de la guerra, Marte. Definitivamente, la búsqueda de agua en este cuerpo celeste resulta una lucha para los científicos. Hace unos meses, medios internacionales se hicieron eco, nuevamente, de la aparición de un supuesto río en Marte y la duda continúa.
El cuerpo más grande de nuestra galaxia es Júpiter, que adquiere su nombre del personaje más poderoso entre los dioses romanos, el equivalente al Zeus griego. Este planeta también posee lunas que fueron bautizadas como satélites galileanos en honor al astrónomo italiano Galileo Galilei.
En su exploración del cielo, Galileo también realizó otro importante descubrimiento acerca de Saturno, “El señor de los anillos” de nuestra galaxia. Este planeta adquiere su nombre del personaje de la mitología romana que se encargaba del tiempo y la agricultura.
Las civilizaciones antiguas consideraban que el cielo era el primer dios en surgir y le daban el nombre de Urano; de esa deidad deriva la denominación del planeta cuyo color es un celeste semejante al del firmamento en un bello día sin nubes.
Neptuno, el dios del agua, se hace presente en el intenso azul del planeta que lleva su nombre. En cuanto a la denominación de Neptuno, hubo varias disputas, pues algunos científicos proponían nombres como “Janus”, el dios de las puertas en la mitología romana, también “Océano” e, incluso, “Le Verrier”, quien es considerado descubridor del planeta.
Tal vez, los griegos y los romanos veían a sus dioses representados en las luces del cielo y, por ello, bautizaron a Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno con nombres de deidades. Con el descubrimiento de los demás astros, la Unión Astronómica Internacional continuó esta tradición, perpetuando la mitología de dos grandes civilizaciones.
Por Belén Cuevas (16 años)