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Una vida sin sentido del humor resultaría extremadamente triste. Es común armar chistes graciosos acerca de temas cotidianos como un resbalón o una palabra mal dicha. Además, los chistes acerca de política o sucesos históricos importantes se ganaron su lugar de oro en las redes sociales y la aceptación de los usuarios.
Desde la llegada de los memes, los chistes relacionados a la política y, especialmente, el humor negro se volvieron muy populares y, hoy por hoy, ya casi no hay sucesos que no estén acompañados de sus memes correspondientes. Sin embargo, ciertos internautas se animan a pasar la línea entre lo humorístico y lo grotesco, abordando temas excesivamente sensibles.
Hace unos días, un usuario de Twitter posteó un "meme", si es que así se le puede llamar, en el que aparecía el cadáver sin censura de una víctima de feminicidio. La red social, obviamente, suspendió la cuenta del responsable y eliminó el tuit; no obstante, quienes alcanzaron a ver la publicación la compartieron y expresaron su indignación.
Esta muestra de un humor irresponsable e irrespetuoso se difundió debido a las capturas de pantalla que los usuarios compartieron en estados y grupos de WhatsApp, donde surgieron comentarios de todo tipo. Unos opinan que el post representa un humor normal y aceptado en las redes sociales; en cambio, otros piensan que la dignidad de la persona fallecida que aparece en el “meme” se ve manchada y pisoteada.
La imagen difundida no brinda muchos detalles; por un lado, se ve a una señorita vestida con ropa de fiesta y se lee la inscripción "sábado por la noche" y, por el otro, aparece un cadáver del cual no se tienen mayores datos y el epígrafe sostiene "domingo por la mañana". Los comentarios hacen alusión, posiblemente, a dos casos de asesinato de menores.
El conjunto es macabro y chocante, pues, debido a la pose de la primera fotografía, se infiere que el autor del meme justifica lo que le ocurrió a la mujer de la segunda imagen.
Hasta las bromas ácidas tienen su límite; si el autor o la autora de la publicación estuviera en el lugar de los familiares de la mujer no estaría feliz de que la fotografía de su ser querido se difundiera con propósitos humorísticos. La empatía y el respeto por el dolor ajeno son valores que, al parecer, solo un selecto grupo de personas posee.
Cuando el humor juega con las vidas y el sufrimiento de personas, muchas veces, es mejor guardarse el comentario o pensar tres mil veces antes de hacerlo.
Por Belén Cuevas (16 años)