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Tenías muchas cosas en la cabeza y se te olvidó el celular en la casa. Seguramente, te desesperaste y no sabías cómo ibas a sobrevivir todo el día sin tu móvil. Nomofobia (del inglés no-mobile-phone phobia) es el miedo a estar lejos de los celulares, lo que podría generar ansiedad, estrés y cambios de ánimo.
Muchas personas ya perdieron sus trabajos y la afinidad con sus familiares por el uso exagerado de la tecnología; seguramente, tenés algún compañero que parece que tiene pegado el teléfono en la mano porque nunca lo suelta. Las redes sociales te ayudan a conectarte con personas que están alejadas, pero te desvinculan de los amigos que están físicamente a tu lado.
Usar mucho los aparatos móviles y mantener la cabeza inclinada por mucho tiempo causa tanta presión en el cuello que puede producir lesiones, ya que esa parte de nuestro cuerpo no está preparada para sostener esa carga. Médicos, padres y madres andan muy preocupados por la salud de los jóvenes que no pueden estar un minuto sin agachar la cabeza para leer los mensajes del WhatsApp.
En Brasil, en países europeos y asiáticos existen institutos que ayudan a personas que sufren de dependencia de la tecnología. Muchos jóvenes, por ejemplo, no saben cómo sobrevivir sin jugar, por lo menos, tres horas diarias Resident Evil o GTA. En estos centros de rehabilitación intentan fomentar hábitos que ayuden a no estar pendientes de los celulares, pues su uso adecuado es importante.
Si no podés pasar media hora sin revisar tus notificaciones, existen distintas aplicaciones que pueden ayudarte para que te des cuenta de tu hábito innecesario; "Cheky" es una app que controla cuánto tiempo utilizás por día tu aparato tecnológico comparando su uso en la semana.
Tampoco es necesario que vayas a un centro de rehabilitación para que puedas aprovechar mejor tu tiempo y tengas un mejor hábito. Si no sos de recibir mensajes o llamadas importantes, podés apagar tu cel cuando estés en clases o en el trabajo. Así también, dormir con el móvil bajo la almohada no es recomendable; podés declarar: "A partir de las 10, hora de protección contra el celular" y, ese momento, dedicar a lo que más te gusta sin interrupciones.
Se puede vivir armónicamente con la tecnología. Si pensás que necesitás ayuda, intentá buscar algunos métodos de distracción. Hay un mundo fascinante afuera, ¿qué esperás para dejar de lado tu cel y, de paso, conocer buenos libros además de compartir con amigos?
Por José Peralta (19 años)