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Lograr ser estudiante de la UNA es el sueño por el cual muchos jóvenes pasan días y noches estudiando para poder pasar los difíciles exámenes de admisión y comenzar su preciada carrera. Es por eso que, al confirmar el ingreso, varios estudiantes deciden celebrarlo, pero algunos se pasan de la raya y pierden el control.
Cortes de pelo, bailes, pintura y alcohol suelen formar parte de los festejos de bienvenida que los alumnos de cursos superiores preparan para los nuevos “bichos”. Algunas facultades se destacan por tener fiestas bastante subidas de tono, no solo por el excesivo consumo de bebidas, sino por lo salvajes y humillantes desafíos que llevan a cabo.
Hace unos días se viralizó el video de unos estudiantes de la Facultad de Ciencias Agrarias donde los bichos “festejaban” el logro de haber ingresado a la casa de estudios. Sin embargo, dos alumnos terminaron intoxicados por el excesivo consumo de alcohol y fueron derivados a centros hospitalarios.
No es la primera vez que en los “bautismos” algunos alumnos terminan en el hospital por excederse con el alcohol. A pesar de que las autoridades de la UNA ya habían prohibido la realización de estos actos de bienvenida por los malos antecedentes, aún se realizan los festejos fuera de las sedes de la universidad.
¿Es necesario excederse hasta el punto de terminar en un centro de salud? Muchos consideran que después de “meses de encierro” uno quiera relajarse y pasarla bien, pero no se requiere de la humillación y el descontrol para divertirse en una fiesta con tus futuros compañeros.
No solo los bautismos se caracterizan por tener un alto grado de desorden; en gran parte, las fiestas que son organizadas por los estudiantes de la UNA tienen la mala fama de terminar con los alumnos en el piso. Hace días, nuevamente, salió a la luz el video de unos jóvenes en pleno acto sexual en las instalaciones de la Facultad de Economía luego de una fiesta por cierre de campaña del centro de estudiantes.
Claramente, no todos los alumnos protagonizan estos eventos vergonzosos y humillantes; hay quienes se mantienen al margen de estas situaciones, pero lastimosamente son las consecuencias negativas las que más se destacan. Divertirse y disfrutar de una noche agradable con los compañeros es posible sin la necesidad de llegar a los extremos y abusar del alcohol.
Por Divina Alarcón (18 años)