Cargando...
“No ahorres lo que te quede después de gastar; gastá lo que te quede después de ahorrar” es lo que dice el inversionista y empresario estadounidense Warren Buffett. Sería fabuloso llegar a fin de mes y encontrar un poco de dinero en tu bolsillo para salir a cenar en familia o merendar con tus amigas, pero, ¿qué podés hacer para que esto suceda?
El primer paso es hacer una lista, registrando allí todo lo que gastás, ya sea en pasajes, almuerzo y hasta el saldo que cargás o cada empanada que comprás para el tereré rupá. Una vez que tengas una idea aproximada de adónde va la plata, podés continuar limitando todos aquellos consumos secundarios o excesivos y, de esa manera, ir apartando el dinero extra.
Otra forma de ahorrar es apagando las luces y los ventiladores de tu casa cuando no hay necesidad de utilizarlos; de mañana podés abrir tu ventana y dejar que entre la claridad y frescura natural. Si el día está caluroso, aprovechá para bañarte con agua fría y, por sobre todo, no dejes correr tanto líquido, usá solo la cantidad necesaria. Todo esto te puede ayudar a que los números de tu factura disminuyan, al menos, un poquito cada mes.
Cenar lomito todas las noches, ¿a quién no le gustaría? Sin embargo, no es muy recomendable, primero, porque puede afectar a tu salud y, segundo, sería un gasto innecesario. Mejor quedate en tu casa y prepará una comida más sana y, por sobre todo, económica. Aun así, nadie te prohíbe que te des los gustitos de vez en cuando.
Ahorrar no solo te ayudará para poder salir con amigos o familiares; comprar el auto de tus sueños o pagar tus deudas; también te servirá para afrontar gastos inesperados, por ejemplo, tener que ir de urgencia a un sanatorio. La parte más difícil de todo esto es comenzar a ahorrar; pero luego, ya lo vas a tomar como un modo de vida. ¡Animate, no es tan complicado como parece!
Por Valeria Candia (19 años)