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Tener dos casas y nuevos hermanos son algunos de los cambios en la vida de los hijos luego de la ruptura del matrimonio de sus padres. En los jóvenes se despierta una gran desesperación cuando tienen que decidir con quién vivir; de un lado se encuentra mamá, la que consiente tus gustos y, por el otro, papá, con quien compartís los buenos momentos de ocio.
¿Quién merece más, papá o mamá? es la incógnita que no puede obviarse en los pensamientos de los hijos ante la separación de sus padres. Para los adolescentes es complicado aceptar el cambio por el cual atraviesan. En la mayoría de los casos, los hijos se quedan con su madre y visitan a su padre cuando se presenta la oportunidad.
Escuchás a tus amigos decir que ya no aguantan las reglas establecidas por sus padres y que desean vivir solos; mientras que vos, en tu interior, anhelás los almuerzos familiares de los domingos en donde faltaban sillas.
Así también, los datos del Registro Civil expresan que 7.267 es la cifra de divorcios que se notificaron. Esto señala la dispersión de las familias, lo cual puede ser uno de los motivos por los cuales los jóvenes padecen de depresión, caen en vicios o tienden a adoptar una actitud rebelde.
No caigas ante la separación de tus padres; al contrario, tomá nota de sus errores y no los repitas en el futuro con tu familia.
Por Sahori Vallejos (17 años)