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No podemos negar que el uso de las pajitas de plástico está muy presente en nuestra vida diaria y, como un hábito, las solicitamos prácticamente para cada bebida que vamos a ingerir. Sin embargo, los elementos que componen estos utensilios no son sustentables para el ambiente, ya que tardan más de 500 años en descomponerse y no las utilizamos ni siquiera por media hora.
Se calcula que los ciudadanos estadounidenses utilizan diariamente unas 500 millones de pajitas y estas representan un 7,5% de los residuos plásticos en todo el mundo, según refería un artículo publicado por The Washington Post.
Asimismo, utilizar estos objetos con demasiada frecuencia puede ser nocivo para la salud; cuando ingerís tus bebidas con una pajita de plástico es inevitable que se introduzca una gran cantidad de aire al sistema digestivo, lo que produce gases, hinchazón y hasta dificultad para digerir correctamente los alimentos. También, aunque parezca una razón muy estética y superficial, el uso prolongado de estos elementos puede causar arrugas prematuras o muy acentuadas, debido al esfuerzo que realizan los músculos de la cara al utilizarlas, afirma el mencionado artículo.
En una ola de conciencia ambiental, varios bares y restaurantes de nuestro país se han unido a una campaña mundial para reducir el uso de las pajitas de plástico. Es así que el bar asunceno “Territorio Chop" utiliza pajitas biodegradables, hechas a partir de almidón de maíz, y las entrega nada más a quienes las soliciten.
Los empleados del citado bar argumentan que en un solo comercio se puede llegar a desechar, aproximadamente, 45.000 pajitas al año; en consecuencia, adecuaron dicho lugar según el principio de las 3R que llama a reducir, reciclar y reutilizar. El Bolsi es otro de los locales que se sumó al hashtag #sinpajitaporfavor, una iniciativa ya planteada a finales del 2018, dando estos elementos solo a quienes desean usarlos.
Finalmente, estos cañitos plásticos, que son muy útiles para aquellas personas que tienen alguna discapacidad, no tienen que desaparecer del todo, si tomamos conciencia y adoptamos medidas más sustentables para el ambiente. Podríamos empezar a usar pajitas hechas con materiales biodegradables o, en otros casos, aquellas elaboradas a partir de un plástico más resistente que nos permita utilizarlas más de una vez.
¡Unámonos a esta campaña! Cuando vayas a un local, ya no pidas pajitas de plástico, recordá que ellas permanecen durante pocos minutos en tus manos y luego tardan siglos en biodegradarse; aparte, pueden ocasionarte problemas de salud o afectar nocivamente a los ecosistemas marinos.
Por Rebeca Vázquez (18 años)