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¿Alguna vez te pasó que, al responder una pregunta, malinterpretaron tu respuesta y te tacharon de mala persona? Esto mismo le ocurrió a Kika Nieto, una de las youtubers más conocidas de Colombia. La joven es una vlogger que realiza videos acerca de maquillaje, música, bromas y retos. También es bastante conocida por sus comentarios sobre su vida cristiana y sus experiencias con Dios.
En un video, en el que Kika respondía preguntas que sus seguidores le hacían a través de Twitter, surgió una que interrogaba “¿qué opinás de la comunidad LGTBIQ siendo de la religión cristiana?”, a lo que ella respondió: “Considero que no está bien, pero lo tolero. Si alguien, en algún punto de la vida, debe juzgarte es Dios, no yo”.
A raíz de esto, surgieron muchos comentarios que tildaban a Kika de homofóbica y varios youtubers la atacaban en sus videos. Es por esa razón que la joven tuvo que alzar otro corto en el que aclaraba sus ideas y explicaba que su intención nunca fue ofender a nadie, incluso agregó el significado de la palabra tolerancia según la RAE.
A pesar de esto, muchos no aceptaron sus disculpas, ya que el “contexto” en el que se usa el término tolerancia es con un tono despectivo y discriminativo. Si utilizaste una palabra con cierto significado, pero la otra persona estaba sensible y la tomó mal, ¿eso convierte el vocablo que empleaste en un insulto?
Muchas personas mostraron su apoyo a la youtuber alegando que los que pertenecen a la comunidad LGTBIQ exigen que se acepte su forma de vivir, pensar y actuar; sin embargo, si alguien presenta una idea que difiera a la de ellos atacan sin piedad y tildan a todos de homofóbicos.
Usar una palabra, sin conocer el verdadero significado, lleva a crear conflictos entre las personas. En nuestro país, muchos términos son utilizados de forma incorrecta como “literalmente”, “legalmente”, “posta” o “verídico”; los vocablos mal usados pueden crear un malentendido en cualquier momento.
He aquí otra palabra muy malinterpretada: “homofobia”. Ser heterosexual o cristiano no es sinónimo de homofobia, ya que no compartir una idea o no ser parte de una comunidad no significa que odies o desprecies a sus integrantes.
El respeto y la tolerancia son valores que se deben practicar más seguido; tus derechos terminan cuando comienzan los de otros. Nadie tiene por qué juzgar la forma de pensar o actuar de los demás. Si vas a exigir algo, asegurate de que vos estés dando lo mismo a cambio.
La diferencia de pensamientos es algo normal en el ser humano, pues si todos fuéramos iguales seríamos como unos robots a los que cualquiera puede moldear a su gusto. “No todas las personas piensan de la misma forma y eso está bien”, como menciona Kika Nieto.
Por Divina Alarcón (18 años)