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No es fácil componer canciones, porque se necesitan mucha concentración y creatividad para conseguir un ritmo pegadizo y, a la vez, auténtico. Bruno es un joven que utiliza su voz en lo que más le apasiona: el canto. El artista se inició a los 18 años.
“Comencé a cantar cuando terminé el colegio, en la noche de mi graduación demostré mi talento con una dedicatoria que creé a mis compañeros. Lo que más me inspira para componer es lo que nunca pasa de moda: el amor”, cuenta.
Producir y componer son los pasos que Bruno realiza para concluir una canción, aunque también cuenta con un equipo de músicos que le ayuda en el proceso de grabación de sus letras y su posterior distribución. Él cuenta que, al principio de su carrera artística, tuvo batallas, pero, gracias a sus amigos y el apoyo incondicional de su familia, logró mantenerse firme.
Hoy en día, el género musical más adoptado por los jóvenes es el reguetón. Sin embargo, Bruno opina lo contrario y señala que dicho estilo es una moda de mal gusto debido a que presenta a la mujer como un objeto sexual.
Vos, ¿te imaginás cómo se siente subir al escenario, frente a un inmeso público y empezar a cantar? Benítez dice que la adrenalina, la gratitud y la felicidad se hacen presentes en el momento de deleitar a la gente con las músicas.
Uno de los grandes sueños que tiene Bruno es llegar a ser productor musical, con el objetivo de ayudar a otras personas que quieran incursionar en el canto. La carrera universitaria que el joven decidió seguir fue Administración de Empresas, pero eso no significa que deje de lado la música.
El proyecto siguiente de Bruno es grabar su primer disco. “Tengo previsto lanzarlo este año, la mayoría de las canciones ya están grabadas y estoy muy ansioso por compartir mi primer disco con todos”, relata. Además, como muchos artistas, el joven ejecuta la guitarra y el piano.
Benítez manifiesta que se identifica con el cantante británico Ed Sheeran. “Su talento es tan grande como su sencillez humana y, hoy en día, el carisma de todo artista juega un papel vital”, señala. Así también, Bruno sueña con hacer música toda su vida y, además, cuenta que le ayuda a mantener la calma cuando los momentos se ponen desafiantes.
Varias veces ya escuchamos que, si queremos vivir de la música, vamos a pasar hambre. Sin embargo, el joven comenta que las oportunidades llegan para quien está dispuesto a buscarlas. “Nuestro país tiene varios artistas maravillosos, personas que se jugaron por el arte, y creo que eso de no poder vivir de la música es un mito”, manifiesta.
Finalmente, Bruno aconseja a las personas que quieren ingresar al mundo del canto que se animen a jugarse por lo que aman con mucho esfuerzo y amor, porque la música es un llamado y no deberíamos cerrarle la puerta. “¡Que vivan la música y los artistas nacionales!”.
Ezequiel Alegre (16 años)