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Las preocupaciones de la facu y el estrés laboral son capaces de tumbar a una persona al retornar a casa después de una agobiante jornada. Mientras llega el breve momento de reflexión al final del día, muchos no consiguen el boleto a la tierra de los sueños y comienzan a contar ovejas. Cuando todo parecía apacible, sienten presión en el pecho, abren los ojos y quedan totalmente inmóviles.
La Clasificación Internacional de los Trastornos del Sueño ubica a esta parálisis en el grupo de las parasomnias, trastornos producidos durante el descanso nocturno. Asimismo, estudios científicos señalan que, generalmente, las personas con altos niveles de estrés son más propensas a padecer este estado. En pocas palabras, el afectado está despierto mientras parte de la actividad cerebral continúa adormilada en plena etapa del sueño.
En la Edad Media, periodo de la historia influenciado por las supersticiones, casi todos los problemas del hombre eran causados por supuestos demonios y otros espíritus del inframundo. Sequías, guerras y epidemias tenían, de acuerdo al pensamiento de la época, orígenes sobrenaturales.
La creencia denominaba ''íncubos'' a los demonios que atormentan a los que intentaban dormir y, además, acosaban a las mujeres. En la cultura mexicana, la parálisis del sueño es conocida por una expresión espeluznante: ''se le subió el muerto”.
Muchas leyendas urbanas afirman que las personas tienen visiones de fantasmas horrendos que las estrangulan e insultan con carcajadas aterradoras. Otras experiencias comentan que el supuesto espectro abraza al dormitante por la espalda al igual que una anaconda a su presa.
Lastimosamente, muchos a la hora de dormir no logran conciliar el sueño por las preocupaciones y el excesivo estrés. Al parecer, los ''demonios'' de la plata que falta, los exámenes difíciles y la corrupción nos ''poseen”. Basta un breve viaje a nuestra infancia para rememorar la conocida serie Scooby Doo, que nos enseñó claramente que los monstruos no existen.
Psicólogos sostienen que para eludir la parálisis del sueño debe evitarse el exceso de cafeínas y las trasnochadas. Aproximadamente, el 60 % de la población podría llegar a padecer de ese incómodo momento, de acuerdo a la página web Psicología y mente.
Los fantasmas escondidos debajo de la cama son espantados con las investigaciones científicas que señalan que la parálisis de sueño es un simple trastorno de la mente. Por las dudas, revisá tu habitación antes de ir a roncar; sin embargo, quizás nada pase, pues al fin y al cabo estamos solos, ¿o no?
Por Víctor Martínez (19 años)