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Lo que años atrás era una utopía se hará realidad en un par de días. El estadio más grande y moderno de nuestro fútbol será oficialmente inaugurado el sábado con un partido amistoso entre el local Cerro Porteño y Boca Juniors de Argentina, realmente un invitado digno de tan enorme gala azulgrana.
La Nueva Olla no sirve solo para que los azulgranas se sientan orgullosos de tener el mejor estadio del país; la Nueva Olla es sinónimo de progreso para todo el fútbol paraguayo. Para una liga en donde los equipos recién ascendidos no pueden jugar en sus canchas porque ni baños acordes tienen, es todo un privilegio contar con un coliseo al estilo europeo.
Por décadas, el Defensores del Chaco ha sido el mejor estadio del país, el más grande y en el que se disputaban casi todos los partidos internacionales, ya sean de la Albirroja o de los equipos participantes en las competencias continentales. Esto ahora cambiará y el mítico “Defensores” tendrá más descanso, pues la Nueva Olla podrá albergar encuentros de todo tipo.
Es admirable el esfuerzo de los directivos del Ciclón de Barrio Obrero, pues construir un estadio para más de 40.000 personas no es algo que se logra de un día para el otro. Los demás clubes deberían seguir el ejemplo de Cerro Porteño y empezar a invertir en sus “hogares”. Aunque la asistencia a los partidos de nuestra Primera División no se compara con la de Argentina o Brasil, ¿a quién no le gustaría ir a ver a su equipo en un estadio moderno y con todas las comodidades?
La Nueva Olla está próxima a ser inaugurada y con ella el fútbol paraguayo dará un gran paso hacia la modernización y el progreso. Seas de Cerro Porteño, Olimpia, Libertad o Luque, hay que admitir que el Ciclón, en cuanto a insfraestructura, lleva a nuestro balompié a un lugar que era impensable años atrás. Barrio Obrero y el país están de fiesta, la “Catedral de la pasión” por fin verá la luz.
Por Brian Cáceres Verón (18 años)