“La comida celíaca no tiene por qué ser tan cara”

Generalmente, la comida sin gluten o ligth es cara, pero según Belén Monsalvo y Pamela Cubilla (21), eso no tiene sentido, pues los ingredientes son baratos. Ambas tienen un restaurante para celíacos y creen que los platos sanos no deberían ser costosos.

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Belén y Pamela comentan que en 2014 participaron en un concurso de nutrición, donde presentaron su proyecto de prepizzas para celíacos: “Estaban hechas a base de omega 3 y 6, harina de semillas de lino y sin gluten. Con esta receta obtuvimos el primer puesto”. 

Desde hace ocho meses, las estudiantes de la carrera de nutrición poseen su restaurante “La Casolana free gluten” y declaran que la idea de tener un comedor para celíacos surgió después de que vieron la realidad de estas personas. “Muchos piensan que por ser comida sin gluten o light ya tiene que ser cara y no es así; la materia prima no es costosa para justificar un alza del precio de los productos hasta el cielo”, añaden. Declaran además que sus objetivos son que el celíaco vaya a un lugar y encuentre variedad de productos a buen precio.

Belén manifiesta que cocinar para los celíacos implica mucha responsabilidad. “Estas personas no pueden consumir trigo, cebada, avena ni centeno; si llegan a comer un alimento que contenga estos ingredientes, ellos pueden llegar a sentir una reacción alérgica”, agrega. En el local venden almuerzos desde G. 15.000; asimismo, cuentan con panadería y confitería.

Las jóvenes comentan que al inicio no tenían dinero y para conseguirlo vendieron las chatarras que había en la casa de Belén. “De esas ventas obtuvimos G. 400.000 y compramos el primer horno”, relatan. Asimismo, las emprendedoras cuentan que tener un comedor conlleva muchos gastos. “Algunas veces, ganábamos muy poco, pero no nos arrepentimos de lo que hacemos. La satisfacción que sentimos cuando un cliente sale feliz del local es impagable”, añaden.

Belén y Pamela obtuvieron el año pasado la aprobación del Instituto Nacional de Alimentación y Nutrición (INAN) y de la Fundación Paraguaya de Celiacos (Fupacel) para abrir el local.

Por último, las chicas revelan los jóvenes emprendedores el secreto para llegar al éxito: “Ser persistentes y creativos”.

Por Dahiana Galeano (19 años)

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