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El equipo albirrojo partió rumbo al Sudamericano de Hándbol Femenino sub 16 con la mentalidad de destacarse y dejar en alto la bandera paraguaya. Guada y Kiara son dos de las deportistas que forman parte del seleccionado.
Kiara recuerda que se inició en este deporte desde muy pequeña, pues influenciada por su hermana, que también es handbolista, decidió unirse al balonmano. Mientras que Guada cuenta que empezó a adentrarse en el hándbol hace aproximadamente cinco años y dice que al principio solo jugaba como un hobby, pero que luego esa idea fue cambiando.
“Me siento muy feliz por estar surgiendo en este deporte”, señala Guada, quien actualmente forma parte del equipo de balonmano del Club Cerro Porteño; también Kiara juega en el mismo club y expresa que “estoy muy agradecida con Cerro, que es como nuestra segunda casa”.
Las dos deportistas fueron parte del seleccionado albirrojo que se alzó con la copa y medallas de oro en el Campeonato Sudamericano de Hándbol, llevado a cabo en Mendoza, Argentina. Kiara y Guada cuentan cómo se sintieron en esta competición: “No teníamos palabras para explicar lo que vivimos en ese momento; estábamos muy felices y nerviosas en cada juego”.
Durante los partidos en el Sudamericano, Kiara cuenta que “una vez que empezamos a jugar y ganábamos ventaja, logré tranquilizarme”. Por su parte, Guada se sentía muy ansiosa y con ganas de terminar el juego. La representación nacional logró sacar ventaja contra Brasil, triunfo que le permitió coronarse campeón por primera vez en el Sudamericano de la sub 16.
Dejar de lado la salida con amigos, rechazar una invitación una noche de sábado o no disfrutar algunos domingos con la familia son obstáculos que las chicas deben superar para destacarse en este deporte. “Es muy difícil formar parte de la selección, ya que demanda de muchos sacrificios”, explica Guada, quien desde hace dos años defiende la casaca albirroja.
Kiara y Guada desean que el Estado apoye más este deporte, ya que actualmente las chicas no reciben ningún tipo de ayuda y deben cubrir los gastos que conlleva esta disciplina por cuenta propia. El sueño de las handbolistas es ir a jugar en el exterior, ya que la preparación es mejor y además se le brinda más interés al hándbol. “Todo lo que una deportista busca es formarse en otro país”, indica Guada.
“Es una gran pasión jugar por Cerro y la Albirroja; por esa razón, instamos a los jóvenes a que se sumen al balonmano”, concluyen.
Por Mónica Rodríguez (19 años)