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Rubén comenta que su interés por la guitarra fue formándose a medida que avanzaba en el estudio de la música. Cuando era niño, sus padres siempre trataron de mantener su tiempo ocupado; es por eso que después del colegio, lo llevaban a un conservatorio donde estudiaba canto, guitarra y lenguaje musical.
El joven cuenta que al comienzo no le gustaba la música, ya que requería de bastante práctica y, como a todo niño, los ensayos le provocaban molestias; sin embargo, sus padres siempre le inculcaron el amor por el arte y le animaban a seguir. A medida que fue creciendo, sus prácticas se volvieron espontáneas y divertidas; entonces, se dio cuenta de que no podía estar un día sin la guitarra.
El joven se recibió de profesor superior de guitarra clásica en el Conservatorio del maestro Felipe Sosa. Luego de investigar sobre las universidades más prestigiosas de música en los Estados Unidos, ingresó a las páginas web de las instituciones y aprendió sobre la técnica de aplicación. Para ser aceptado, el joven tuvo una preparación especial porque el nivel guitarrístico en el exterior es más avanzado.
El músico conoció a Berta Rojas y le comentó sobre su deseo de estudiar en otro país, ella no dudó en guiarle en ese proceso y enseñarle para el repertorio del examen. Estudiar las obras le tomó un año y medio por ser de alto nivel; durante ese tiempo también tuvo que prepararse para rendir la prueba de inglés (TOEFL), uno de los requisitos para acceder a la beca.
“Me siento muy feliz, ya que ser admitido era un sueño que tenía desde hace mucho tiempo”, manifiesta el guitarrista, quien en ocasiones pensaba que no iba a poder y se desanimaba. El músico pasó por momentos en donde algunos profesionales se negaron a ayudarle para las solicitudes y aprendió que a veces en el camino habrá personas que querrán detenerte y guiarte por otros senderos. Aún así, uno no debe caer, sino seguir con la vista puesta en la meta y sin perder la fe.
“Para mí, la música es una forma de sentir la vida y transmitir los sentimientos que tengo dentro de mí”, expresa Rubén. Comenta también que aún no decidió oficialmente qué universidad escogerá, pero si es que todo el proceso sale bien, irá a Peabody Institute of The Johns Hopkins University,Baltimore, Maryland, por 4 años. El joven sueña con ser un concertista de guitarra clásica y difundir nuestra música por todo el mundo.
El guitarrista comenta que ser aceptado por tres universidades de música muy prestigiosas de Estados Unidos (New England Conservatory, Peabody Institute y San Francisco Conservatory) es una muestra de que no hay metas que uno no puede conseguir. “Muchas veces, creemos más en las opiniones de las personas, por lo que dejamos de escuchar a nuestra voz interior y nos ponemos límites”, dice Rubén.
La persona que tiene una meta, sin importar lo difícil que parezca, debe arriesgarse pues, de cada experiencia, siempre se aprende algo para el próximo intento.
Finalmente, el guitarrista expresa que le gustaría trabajar por la cultura de nuestro país y crear más campos en el área musical para que los jóvenes puedan acceder y poner en práctica sus conocimientos y, de esa manera, dar una mano a todos aquellos que se inician en el mundo del arte.
Por Mónica Rodríguez (18 años)