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¿Gusta una tacita de té?, preguntaba doña Florinda al profesor Jirafales; esta propuesta, por más anticuada que parezca, sigue vigente entre muchas personas que son amantes de las charlas duraderas y anécdotas frente a frente con el café en mano. La clásica “salidita" con amigos tiene lugar en diferentes tipos de cafeterías, que endulzan el paladar y llenan de ocio todas las tardes.
Existen dos tipos de gustos entre los grupos de amigos: primero se encuentran los hiperactivos que prefieren una noche descontrolada y mucha música y, por otra parte, están los más calmados que gustan de meriendas y conversaciones, las que pueden surgir en diferentes puntos de la zona céntrica de Asunción; ¡mirá!
Cuando la facultad o el trabajo te genera mucho estrés, pero un viejo hobby que tenés es pintar y dibujar, Café Mandala, ubicado sobre Del Maestro 1.260, Villamorra, es una de las cafeterías donde el arte fluye, pues mientras tomás un jugo, podés pintar todas las flores que quieras para luego colgarlas. Asimismo, los amantes de las sagas de Harry Potter también tienen su punto en encuentro: El café Literario, Mcal. Estigarribia 456, tiene a disposición diferentes libros clásicos y novelas para distraer la mente.
Sobre la calle Dr. Eulogio Estigarribia se encuentra Café Valdez, uno de los lugares que frecuentan los jóvenes y adultos para ponerse al día con las informaciones. Sí, aunque aquel néctar oscuro sea el centro de atención en los encuentros, vos y tus amigos pueden tomar el protagonismo junto con una tacita, de vez en cuando, para olvidarse un rato de los problemas.
Reemplazar la resaca mañanera por una experiencia más con tu amigo o amiga, seguro, puede ser la solución para distraernos de nuestras batallas diarias. ¿A quién no le gusta ir a una fiesta y bailar todos los retrotones? De la misma manera que nos hacemos esa pregunta, viene a la mente otra: ¿Por qué no aprovechamos las charlas y guardamos más experiencias pacíficas con los amigos o pareja?
Si muchas relaciones comenzaron bebiendo un expreso caliente, quizás esta vez te toque toparte, en una cafetería, con una relación menos tóxica que la anterior o puedas disfrutar un encuentro agradable con tus compas. “¡Café negro con mucha azúcar, por favor!” que sea tu próximo pedido para empezar a deleitarte solo o acompañado; ¿lo pedimos juntos?
Por Ezequiel Alegre (18 años)